En septiembre, se emitió una advertencia por parte del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a las cadenas de supermercados sobre la posible imposición de nuevos impuestos si no se toman acciones para controlar el incremento en los precios de los alimentos. Se solicitó a los líderes de las cinco principales cadenas de supermercados, incluyendo Walmart y Costco, que desarrollaran un plan. Al finalizar un retiro del caucus en London, Ontario, Trudeau declaró: "Si el plan propuesto no logra brindar un alivio real a la clase media y a aquellos que trabajan arduamente para formar parte de ella, entonces tomaremos medidas adicionales sin descartar ninguna opción, incluyendo medidas fiscales".
"Un plan para 'estantes vacíos' es lo que el exministro de Agricultura Gerry Ritz considera la exigencia de Trudeau de que las tiendas de comestibles creen los medios para reducir el precio de los alimentos", afirmó Ritz al Post Millennial. Según él, importamos la mitad de lo que consumimos y no es factible imponer controles de precios en todos los países proveedores. Además, Ritz comparó esta demanda con el impulso de Trudeau para eliminar gradualmente los plásticos de un solo uso en las tiendas de comestibles, argumentando que esto limitaría la entrada de productos provenientes de California y Florida, entre otros lugares, que se transportan en bolsas de plástico.