Entre 1.000 y 2.000 años atrás, los pueblos amazónicos crearon tesoros ocultos y preservados por el agua en la Amazonía brasileña, como rostros humanos conocidos como "caretas" y animales tallados en rocas. La grave sequía actual ha dejado al descubierto estos elementos de la naturaleza.
Hace 13 años, durante la anterior gran sequía en Manaos, la capital del estado de Amazonas, estas maravillas quedaron expuestas en el yacimiento arqueológico de Ponto das Lajes. El nivel más bajo del inmenso Río Negro este año fue por debajo de los 13 metros. Los factores climáticos como El Niño y la distribución del calor en el Océano Atlántico Norte son algunas de las causas de la peor sequía en la historia de esta región amazónica.
Según el arqueólogo Carlos Augusto da Silva, en Ponto das Lajes se pueden encontrar cavidades donde los indígenas solían reunirse para elaborar sus herramientas. Da Silva también menciona que las esferas de roca encontradas en el lugar, con un diámetro de 12 centímetros y pulidas para su uso, son consideradas pequeñas en comparación con otras halladas. Por esta razón, se cree que este sitio era utilizado como taller para enseñar a los niños a fabricar utensilios.
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