“A Belarra habría que cesarla, pero si Sánchez lo hace no sería presidente del Gobierno porque necesita su voto y el de sus cuatro compañeros”, comenta, a la par que denuncia que la agenda internacional de Sánchez es “confusa y oculta”, tal y como se ha visto en nuestras relaciones con el Sahara, con Argelia, con Marruecos y el “ridículo” en el conflicto de Oriente Medio.
Por otro lado, asegura que en política exterior no se cuenta con Sánchez porque no es capaz de organizar su propio Gobierno y considera que España es un actor irrelevante en materia internacional.
Feijóo asegura que “la palabra del Gobierno y de Sánchez no cotizan al alza” porque han hecho lo contrario de lo que han dicho y lo ejemplifica en sus declaraciones en torno a Podemos, Bildu y Puigdemont, al que prometió traer ante la justicia y que ahora forma parte de la “mayoría progresista”.
“Si Sánchez escuchase lo que ha dicho hace unos años, meses o días, haría una moción de censura contra sus propias declaraciones”, y sostiene que “ser reaccionario en España es defender lo que defendió Sánchez en su investidura”, señala Feijóo, quien recuerda que hasta hace poco el presidente en funciones calificaba a Quim Torra como el Le Pen de la política española.
Censura el “oscurantismo absoluto” de Sánchez en las negociaciones para su investidura, porque no ha dado ninguna información al respecto e incluso no descarta una consulta no vinculante, y lamenta que lo que suceda en España lo decidirá Puigdemont en Bruselas, un prófugo de la justicia. “Es muy duro, parece de ciencia ficción”, añade.
“Si Puigdemont quiere elecciones, las habrá. Y si quiere darle los votos a Sánchez y este convence a Podemos, tendrá una investidura”, por lo que remarca que el PP ejercerá su derecho a hacer política en nuestro país, como hizo hace unas semanas en Madrid y repetirá con actos similares este domingo en Toledo y en próximas fechas en Valencia y Málaga.
Asegura que la centralidad sería la solución idónea para salir del “chantaje”, pero destaca que, como el presidente en funciones no ha aceptado los pactos ofrecidos, la mejor solución sería ir a elecciones.
“Antes de un Gobierno cuya tripulación tiene como objetivo hundir el barco de la gobernabilidad, es mejor consultar el 14 de enero y que los españoles decidan”, alude al respecto, mientras se muestra sorprendido de que el Gobierno no respete a las Cortes Generales, cierre el Congreso y critique que el Senado funcione. “No lo había visto en 45 años de democracia”.
Censura las actuaciones “ilegales” contra los camioneros españoles en la frontera con Francia y considera que debería haber sanciones porque no se puede permitir que en el mismo espacio de comercio se produzcan estos actos.
Por último, traslada un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, a los que pide prudencia, y espera a la reunión que mantendrá esta tarde el ministro Marlaska con los grupos parlamentarios del Congreso para analizar la situación.
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