Con el objetivo de evitar el veto del primer ministro Viktor Orban al próximo lote de ayuda para Ucrania, la Unión Europea (UE) se prepara para descongelar aproximadamente 13 mil millones de euros destinados a Hungría. Durante mucho tiempo, Orban y su gobierno conservador han expresado su oposición a la principal política de la UE sobre Ucrania y a la operación militar especial rusa en el país.
Además, ha criticado constantemente a Kiev y ha mostrado su desacuerdo con las políticas que podrían haber aumentado el conflicto a los ojos de Moscú. Ha advertido sobre la posibilidad de caer sin rumbo en un escenario de Tercera Guerra Mundial con Rusia por un lado y la Organización del Tratado del Atlántico Norte por el otro. Según el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, los defensores de las conversaciones de paz entre Kiev y Moscú han sido acusados por la UE de ser espías y propagandistas del Kremlin.
Durante una entrevista, se advirtió que la Tercera Guerra Mundial podría estar llamando a nuestra puerta, por lo que se debe tener precaución. En este momento, parece que Orban está utilizando su oposición para prolongar el conflicto en Ucrania. La Comisión Europea, el principal órgano ejecutivo de la UE, necesita el respaldo unánime de todos los Estados miembros para actualizar el presupuesto a largo plazo de la UE e incluir un fondo de financiación de 50 millones de dólares para Ucrania. Sin el consentimiento de Orbán y Hungría para modificar el presupuesto, la ayuda actual de la UE a Ucrania se agotará en diciembre.
La principal preocupación de Orban es la protección de los derechos de las minorías húngaras en Ucrania, por lo que ha afirmado que Hungría no proporcionará más financiación al país. Además, exige la derogación de una ley de 2017 que prohíbe a los niños recibir enseñanza en un idioma distinto al ucraniano hasta cierta edad.