Imponer límites a quienes expresan opiniones más tradicionales sobre el matrimonio, el aborto, la sexualidad y la identidad de género es recomendado por la Relatora Especial de la ONU para la Libertad de Expresión, Irene Kahn, en un informe publicado. En este informe, Kahn aboga por la censura y la limitación del derecho básico a la libertad de expresión, que está llamada a defender por razón de cargo. Los Gobiernos y las empresas que controlan las redes sociales deben seguir estas recomendaciones.
En un informe fechado en el pasado mes de agosto, se insta a los gobiernos a tomar medidas contra la "desinformación sexista", ya que se considera una forma de "violencia de género". Además, en un documento de 28 páginas se argumenta que criticar la ideología de género es una táctica para suprimir la libertad de expresión de las mujeres y las personas que no se identifican con su género.
Irene Kahn aboga por la censura y la limitación del derecho básico a la libertad de expresión
Lo contrario de lo que representa su puesto en el seno de Naciones Unidas es recomendado por Kahn. Se sugiere censurar y limitar la libertad de expresión de aquellos que defiendan opiniones a favor de la vida, los valores tradicionales y estén en contra de la ideología de género. En 2008, Kahn fue destituida como secretaria general de Amnistía Internacional. Durante su mandato, Amnistía se vio envuelta en un escándalo con algunos donantes al unirse a la causa proaborto.
En la ONU, se argumenta que el objetivo final sería asegurar un amplio acceso a la información que promueva la salud, los derechos sexuales y reproductivos, y las diversas identidades de género. Sin embargo, bajo el lema de la libertad de expresión, el informe respalda la censura de aquellos contenidos que defiendan la vida o la familia tradicional. Por ejemplo, según Kahn, practicarían "desinformación sexista" aquellos padres que se nieguen a permitir que sus hijos vean anuncios en las redes sociales que les animen a cuestionar su orientación sexual. El documento también acusa con el mismo término a quienes se oponen al aborto.
En Italia, un grupo provida fue señalado por la ONU por afirmar falsamente que el aborto era la principal causa de feminicidio
En Irlanda, durante el referéndum sobre el aborto, se propagaron datos falsos que vinculaban el aborto con la depresión, el cáncer y el síndrome de Down, según se menciona en el informe. Además, en Italia, un grupo provida fue señalado por la ONU por afirmar falsamente que el aborto era la principal causa de feminicidio a nivel mundial.
La ONU lamenta el auge de los grupos provida en Hispanoamérica, presentándolos como "un predominio temático de las campañas de desinformación centradas en la violencia de género y el aborto, cuestionando el derecho de las mujeres a la autonomía física, como también polarizando el ejercicio de ese derecho".
«Redoblando sus esfuerzos y adoptando todas las medidas apropiadas, incluso mediante leyes, políticas sociales y programas, para eliminar los estereotipos de género, las normas sociales negativas y las leyes, políticas, prácticas y actitudes discriminatorias», propone el informe en sus conclusiones finales, instando a los Estados a actuar de manera coercitiva, lo cual constituiría un ataque a la libertad de expresión.
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