Las escuelas canadienses se ven obligadas a destruir libros impresos antes de 2008 porque no son considerados lo suficientemente "inclusivos", según los informes. CBC informa que la mayoría de los estantes de las bibliotecas escolares están vacíos, según los escolares. En los estantes de libros de su escuela, una estudiante dijo que ya no puede encontrar libros como Harry Potter, The Hunger Games, Roll of Thunder y Hear My Cry.
"Filas y filas de estantes vacíos sin absolutamente ningún libro es lo que me encontré al llegar a la biblioteca de mi escuela este año", comentó Reina Takata, una estudiante que acaba de iniciar el grado 10. Según Takata, hasta el 50 por ciento de los libros de la biblioteca de su escuela han desaparecido.
La junta escolar explicó que los libros publicados antes de 2008, que están dañados, inexactos o no tienen datos de circulación fuerte, serán eliminados. "Si los libros dañados tienen una fuerte circulación, pueden ser reemplazados sin importar la fecha de publicación", afirmó la junta en su declaración. Además, se mencionó que los títulos más antiguos podrán permanecer en la colección si son precisos, sirven al plan de estudios, se alinean con las iniciativas de la junta y responden al interés y la participación de los estudiantes.
"Garantizamos que los libros disponibles en nuestras bibliotecas escolares sean culturalmente receptivos, relevantes, inclusivos y reflejen la diversidad de nuestras comunidades escolares y la sociedad en general", afirmó la Junta Escolar del Distrito de Peel. Además, según la "Directiva 18" del distrito, solo se permitirán libros que sean considerados "inclusivos" y "culturalmente receptivos".
"Según la directiva, se llevará a cabo una evaluación de los libros, medios de comunicación y demás recursos utilizados actualmente para la enseñanza y el aprendizaje del inglés, la historia y las ciencias sociales por parte de la Junta. El objetivo es utilizar recursos que sean inclusivos y receptivos desde el punto de vista cultural, relevantes y que reflejen a los estudiantes y a las comunidades escolares más amplias de la Junta". Los fascistas afirmaron que no permitirán información "no inclusiva" para sus hijos.