Señala que, frente a la alternativa que propone Feijóo, está el “Frankenstein aumentado” que representa Sánchez y su Gobierno, con un Bildu que pasaría de “ser satélite a socio de coalición”.
Recuerda al PSOE que no ganó los comicios, y que, a su juicio, no hay una mayoría progresista en torno a él y que no tienen atado ningún apoyo, porque Junts debe decidir si le interesa que haya repetición electoral o no.
Señala que el apoyo de Junts a Sánchez “no es ideológico sino de pago” y que no es cierto que Sánchez ha sido capaz de ahormar una mayoría progresista para la Mesa, sino que ha hecho “una concesión de Estado” al pedir a la UE que las lenguas autonómicas se convirtieran en oficiales.
Remarca que el PP “no está dispuesto a cualquier cosa por gobernar” y se pregunta si Sánchez podría “despiezar el Estado español y venderlo por partes” y “a desguazar lo que es de todos para conseguir lo que es propio”.
Advierte de que la investidura con Bildu y Junts podría “destrozar la unidad institucional, rompiendo el espíritu constitucional.