El año pasado, la Junta de Gobernanza de la Desinformación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU. se disolvió en unos meses después de enfrentar críticas públicas y escándalos relacionados con el personal. Lamentablemente, esto fue considerado como un fallecimiento innoble para la junta.
Aunque se le llama de manera burlona "el Ministerio de la Verdad" por su similitud con la institución orwelliana, el gobierno de EE. UU. parecía decidido a seguir adelante con esta iniciativa a pesar de las críticas negativas. Se espera que resurja pronto.
El Centro de influencia maligna extranjera (FMIC) está ubicado en la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE. UU. (ODNI). Hay sospechas de que podría ser una Junta de Gobernanza de la Desinformación 2, con un enfoque declarativo similar sobre la amenaza extranjera. Algunos temen que esto pueda distraer a las autoridades y desviar su atención hacia "disidentes nacionales".
Según los críticos, si se implementa más censura, podría hacerse de manera oculta y engañosa para influir en la política interna. Incluso podrían utilizar amenazas extranjeras como excusa para justificar esta acción.
En relación a la interferencia, la FMIC podría replicar el trabajo de una unidad del Departamento de Estado que busca reprimir lo que se considera "populismo" en otros países.
El FMIC reconoce que la amenaza del exterior es constante y cambiante, por lo que se necesita una atención constante y un enfoque de todo el gobierno para contrarrestarla. Además, se requiere el apoyo del sector privado y la participación del público en estos esfuerzos.
El FMIC tendrá que lidiar no solo con la tranquilidad de las amenazas extranjeras, sino también con la protección de la opinión pública estadounidense. Algunos opositores podrían sospechar que esto podría significar vigilar las narrativas domésticas.
El Centro fue presentado al público de manera discreta y recientemente se dio a conocer durante un discurso de la jefa de ODNI, Avril Haines, durante una audiencia organizada por el Comité de Servicios Armados del Senado. Esto ocurrió después de 45 minutos completos de su discurso.
Matt Taibbi, quien examinó detalladamente los archivos internos de Twitter y es uno de los responsables de los explosivos Twitter Files, no ve con buenos ojos este tipo de iniciativa.
Realmente, parece que lo ve como una estrategia para "gradualmente adaptar el objetivo a los objetivos nacionales".
Según Taibbi, existe un truco retórico muy común en la era de la censura que consiste en crear un escándalo sobre una amenaza extranjera para justificar una mayor regulación y vigilancia por parte del Congreso y las empresas tecnológicas.