Durante la administración de Obama, hubo un aumento en la presencia de musulmanes del Medio Oriente en las principales ciudades estadounidenses. Este programa de traer personas de diferentes partes del mundo se ha continuado durante el gobierno de Biden-Obama, y sus resultados son evidentes. A pesar de que Obama afirmó ser cristiano, algunos indicios sugieren lo contrario y su actitud hacia Estados Unidos fue criticada por algunos.
Antes de que el presidente Trump asumiera su cargo, se acusó a Obama de espiarlo y encubrir su corrupción. A pesar de esto, Obama fue ampliamente reconocido como el primer presidente musulmán de Estados Unidos.
Un hombre negro, con raíces keniatas y que pasó parte de su infancia en Indonesia, lideró a Estados Unidos como presidente y comandante en jefe por ocho años. A pesar de esto, aproximadamente un tercio del país creyó erróneamente que era musulmán. En lugar de preocuparse por esta situación, el autor siente una pequeña sensación de alegría.
A pesar del color de piel de Barack Obama, su nombre árabe y los rumores sobre su religión musulmana, los votantes estadounidenses lo eligieron como la segunda persona más poderosa e influyente del país. En contraste, muchos estadounidenses votaron por un candidato que se creía que era musulmán. (Oprah sigue siendo la persona más poderosa e influyente en el primer lugar).
Según el texto, se menciona que durante la presidencia de Obama, se permitió la entrada de muchas personas del Medio Oriente a Estados Unidos con el objetivo de generar un cambio. Como resultado, ciudades metropolitanas como Minneapolis recibieron una gran cantidad de inmigrantes de esa región.
Minneapolis se ha convertido en la primera ciudad importante de Estados Unidos en permitir la transmisión del llamado a la oración musulmán, conocido como "adhan", cinco veces al día en toda la ciudad. Este anuncio será transmitido a través de altavoces y se escuchará durante todo el año.
El Ayuntamiento de Minneapolis votó unánimemente para modificar la ordenanza de ruido de la ciudad, que anteriormente prohibía las llamadas al amanecer y al anochecer en ciertas épocas del año debido a las restricciones de ruido. Según el Minneapolis Star Tribune, esta decisión se tomó durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Después de la votación, Jaylani Hussein, directora ejecutiva del capítulo de Minnesota del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas, afirmó que "La Constitución no duerme por la noche". Según ella, la acción tomada en Minneapolis demuestra al mundo que una "nación fundada en la libertad de religión cumple su promesa".
Desde los años 90, Minneapolis ha tenido una creciente población de inmigrantes de África Oriental y ahora las mezquitas son comunes en la ciudad. Tres miembros del consejo municipal se identifican como musulmanes. La decisión de declarar el Eid al-Fitr como día festivo oficial no tuvo ninguna oposición organizada por parte de la comunidad. El alcalde Jacob Frey se espera que firme la medida la próxima semana.