Aboga por que los partidos de centro reformista no descuiden la batalla de las ideas frente a las tentaciones de otras ideologías, “porque por encima de los sentimientos, las emociones o las pasiones está la libertad”.
Ante lo que considera el nuevo gobierno tripartito, que “encubre su incapacidad de gobernar con enfrentamientos artificiales, polémicas absurdas, leyes esperpénticas o encuestas falsas”, defiende la trayectoria de Ayuso en Madrid, con una política centrada en los problemas de los madrileños.
“Ayuso puede volver a pedir la confianza de los madrileños después de ejercer un liderazgo con bravura y con resultados”
Califica a Isabel Díaz Ayuso como una mujer valiente, “que desafía sin recato a quienes pretenden apropiarse de la juventud y del feminismo”, como si estas solo se defendieran desde la izquierda.
“Qué obsesión de privatizar causas, géneros y generaciones”
Critica el cerco institucional del Ejecutivo a la Comunidad de Madrid y a su presidenta, de la que ha resaltado su “liderazgo reconocible y concreto”. “Su pecado ha sido no haber declarado la independencia unilateral, ni incumplir las sentencias del Supremo. Si hubiera sido una presidenta sediciosa hubiera obtenido más favores de Sánchez”.
Pone en valor que en Madrid se han bajado impuestos, con lo que se ha dejado el dinero en las familias y los trabajadores de la Comunidad; se ha preservado el dinamismo económico, “pese a todas las dificultades”; se ha garantizado la libertad educativa, sanitaria y de horarios comerciales y se ha protegido la sanidad pública, “la mejor de España”.
Anuncia que, cuando el PP llegué a La Moncloa, celebrará una convocatoria urgente de plazas MIR en Madrid para solucionar la “falta objetiva” de médicos en centros de Atención Primaria y pediatría, además de garantizar una política que devuelva a la Comunidad de Madrid su autonomía para atraer inversiones.