Llevamos años siendo bombardeados por opiniones que quieren normalizar el cambio de sexo en los niños. Y buceado en internet se descubre, o eso creo, el gran negocio que ciertas farmacéuticas harán con cada nuevo paciente, al que según acabo de leer, deberá hormonarse de por vida. Además, y eso va en consonancia con lo que los oligarcas globalistas llevan intentando, que la fertilidad descienda ya que el joven que se trate limitará su fertilidad. ¡Qué bien! Además, otros laboratorios también se forrarán porque tendrás que estar muy atento a sufrir cáncer de mama, cáncer de próstata y empezar a tomar suplementos de calcio, vitamina D, ya que la salud ósea puede verse afectada.
Lo que las feminazis, que no paran de propagar las bondades del cambio de sexo en los jovencitos, se callan como muertas es que a partir de que un chaval entienda que no está feliz con su sexo y decida hormonarse, estará atado de por vida a tratamientos que le deberán contrarrestar los efectos secundarios: Disminución de erecciones y eyaculaciones. Disminución del deseo sexual. Retraso de la caída del pelo en el cuero cabelludo. Disminución de la masa muscular. Aumento de grasa corporal…
Lo bueno es que ahora descubrimos que esa elite de oligarcas globalistas, con Soros y Gates a la cabeza, son accionistas de las farmacéuticas a las que estarán enganchados por vida los que se hormonen para cambiar de sexo. El negocio es el negocio, y si tienen que subvencionar a organizaciones de feminazis para tal fin, pues ahí van los millones, porque en la economía circular, lo que se gasten en campañas, el gobierno de turno se lo devolverá con creces. Bien en subvenciones directas a sus organizaciones y ONG’s, o simplemente decretando que la sanidad pública sufrague los gastos de todos los jóvenes que se quieran hormonar. Ya saben, a pagar las facturas mil millonarias que les pasarán Johnson & Jonhnson, Roche, Novartis, Pfizer… ¿Saben quienes son los mayores accionistas de esas compañías? Exacto. Los mismos que subvencionan generosamente a las ONG’s que mantienen los chiringuitos que últimamente nos dicen que ya no hay papá y mamá. Que no se debe celebrar el día del padre, sino de la persona especial… Y que no es adecuado hablar de madres, sino de procreadoras.
Ya estamos viviendo en un mundo distópico. Sólo espero y deseo que en algún momento el votante le de una patada a tanta gentuza que accede a puestos de gobierno sin merecerlo. Aunque dudo que la alternativa tenga voluntad de deshacer el desaguisado que nos han causado los ocho años del gobierno del siniestro Zapatero y los cinco de sanchismo y sus ministras podemitas. Aunque después de saberse que George Soros fue el primer oligarca globalista que recibió en Moncloa este Pedro Sánchez nada más tomar posesión, ya nada me extraña.