La senadora ha reprochado al Grupo Popular que no tenga «valentía suficiente» para hacer frente a la «cultura de la muerte de la izquierda». «De cara a la opinión pública, quieren dar una sensación de moderación y tratan de aparentar que hacen oposición al Gobierno. Pero luego, en privado, es decir, en la Ponencia de la Comisión, decide apoyar una enmienda por la que se prohíben, entre otras cosas, que las mujeres embarazadas tengan acceso a información y que se les ofrezca información», ha reprobado.
Es por eso que Merelo ha preguntado a los populares: «¿De qué tienen miedo? ¿De que el latido del feto ponga en evidencia toda su tibieza? ¿o de que los votantes conservadores que aún les queda descubran que realmente no defienden sus ideas?».
También se ha dirigido al Grupo Socialista, y ha admitido no entender «qué problema hay en que se le permita a una mujer embarazada, si lo desea, el acceso a una ecografía o a escuchar el latido del corazón de su hijo». Y es que «no es una obligación siquiera, es una oportunidad que se le brinda para tomar una decisión tan importante con más información y, por lo tanto, con mayor libertad», ha explicado.
Por ello, Merelo ha llegado a la conclusión de que «el miedo y rechazo hacia estas medidas» se debe a que «no quieren ayudar a las mujeres», sino que «buscan anestesiar sus conciencias y las de toda la sociedad para hacer creer que el aborto es la única solución y que además es una medida saludable». «La realidad es que el aborto es un procedimiento quirúrgico o químico, que siempre va acompañado de un riesgo para la salud, tanto física como psicológica», ha advertido la senadora de VOS.
Falta de respeto a la medicina
La portavoz de VOX ha defendido también a los sanitarios, quienes «aparte de sus convicciones personales, quieren acogerse a la objeción de conciencia» porque leyes como la del aborto «van en contra de las leyes que rigen la profesión sanitaria y que constituyen una fuente de obligaciones para quienes la ejercen».
«Con este proyecto de ley, no respetan ni la ciencia de la Medicina; ni el derecho a la objeción de conciencia; ni el bienestar de la mujer; ni el derecho fundamental a la vida del nasciturus», ha concluido Merelo.