La orden de refuerzo, firmada por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, tiene por objetivo prevenir incidentes violentos relacionados con las bandas juveniles y, en su caso, perseguir y detener a los autores.
En este sentido, en el conjunto de estas actuaciones se han incautado 3.194 armas blancas, 12 armas de fuego y 537 objetos peligrosos y se han llevado a cabo 1.695 inspecciones de locales y espectáculos públicos. Por último, en el ámbito de la seguridad vial se ha producido el control preventivo de 219.944 personas sobre consumo de alcohol y drogas.
El robustecimiento de los dispositivos policiales ha afectado, de especial manera, a los que ya estaban previstos en los distintos planes especiales diseñados por la Secretaría de Estado de Seguridad para hacer frente a distintas modalidades delictivas.
Medidas de control establecidas
Este plan de refuerzo llevado a cabo por la Secretaría de Estado de Seguridad ha implicado una mayor intensidad en ciertas directrices específicas de actuación, entre las que se encuentran, entre otras:
- Un aumento de la presencia preventiva policial con unidades uniformadas en aquellos lugares donde se detectaron actuaciones o comportamientos violentos, así como en los lugares de reunión y ocio de los jóvenes durante los fines de semana y periodos vacacionales, implementando, además, dispositivos integrados por personal no uniformado.
- Un incremento de la actividad investigadora por parte de las unidades policiales competentes, con un mayor uso de las herramientas de inteligencia policial para identificar los hechos ilícitos.
- Un mayor seguimiento de las redes sociales, páginas web y foros de internet activos en la apología de conductas delictivas de tendencia xenófoba, racista, antisemita, o inspirados en el odio a las minorías o en la diferencia étnica o ideológica, así como aquéllas donde se marquen pautas de comportamiento para sus integrantes.
- Un incremento de las inspecciones a locales y espectáculos públicos y de la presencia policial a fin de controlar la venta de alcohol a menores o la permisividad al consumo de drogas por parte de los responsables de los mismos.
- Un aumento de los controles de conducción de vehículos bajo la influencia de alcohol o drogas en las zonas o lugares de ocio y en sus accesos.
- Un endurecimiento de los mecanismos de control para impedir la tenencia y el uso de armas blancas y otros instrumentos peligrosos que pueden ser susceptibles de ser utilizados para la comisión de un delito o alterar la seguridad ciudadana, procediendo en su caso a su intervención.
- La ocupación temporal de cualesquiera objetos, instrumentos o medios de agresión, incluso de las armas que se porten con licencia, permiso o autorización, cuando exista peligro para la seguridad de las personas o de los bienes o al objeto de prevenir la comisión de cualquier delito o infracción de naturaleza administrativa.
La instrucción del secretario de Estado de Seguridad estableció también que las direcciones generales de la Policía Nacional y de la Guardia Civil trasladaran estas directrices a los responsables de los servicios de seguridad privada en sus respectivas demarcaciones para establecer los necesarios canales y modos de colaboración y de participación en las medidas y dispositivos de reforzamiento previstos en los puntos anteriores. En este sentido, se han celebrado 2.995 reuniones de seguridad con responsables de Cuerpo de Policía Local, de Seguridad Privada y Juntas Locales de Seguridad.