Córdoba, Argentina. Con los pies temblando, de ello hace 55 años, por primera vez ingresaba a un aula como docente para dictar mi primera clase de matemáticas, álgebra para ser más exactos, me esperaban jóvenes casi todos ellos de 15 años, yo tenía poco más de 21
Cómo puedo olvidar cuando superados los primeros minutos de tensión y nerviosismo, de presentación, de intentar explicar que, dada la corta diferencia de edades y el conocimiento previo que con gran parte de ellos tenía, vieran en mí a uno más de ellos.
Mi declaración de buenas intenciones se rompió cuando desde uno de los últimos asientos se levanta un alumno, alto que por lo menos me llevaba una cabeza, luego ingeniero radicado en los Estados Unidos, obviamente preparado para destruirme en mi primer día quien me lanza una pregunta sobre matemática que nada tenía que ver con lo que yo venía a enseñar, venían, en plural porque luego supe que muchos estaban en la jugada, a probarme, a destruirme obligado a responder que ignoraba la respuesta.
Con frialdad, aún hoy ignoro dónde aparecieron esas fuerzas, giré sobre mí mismo, enfrenté el pizarrón y comencé a llenarlo de fórmulas matemáticas que en forma paralela en alta voz explicaba, estoy convencido que absolutamente nadie entendió nada, la suerte mía era que yo venía con mi cabeza aún fresca en dichos temas, venía de ser un privilegiado alumno al tener en la Universidad a un profesor de econometría, el Dr. Camilo Dagún, inminente matemático de prestigio mundial, ello me salvo la vida y a partir de allí se creó un clima de cordialidad, amistad y confianza.
Esta introducción porque algo similar me sucede en éstos tiempos, en el medio más de 55 años, muchos ruidos en los huesos que intentan acomodarse cuando me levanto o me siento para escribir, pero estas bisagras sin lubricante no me impiden mantener cierto grado de lucidez y normal actividad.
Como la docencia siempre me apasionó, más aún cuando en mi caso no lo hacía por razones económicas, muy respetadas y valoradas igualmente cuando sí lo son, ahora el círculo en éste tema se cierra aquí en Israel, luego de gestionar ante diversos directores de escuelas de nivel medio, alumnos de 11/12 años, logré que algunas de ellos me encontraran horas disponibles para presentarme ante los alumnos para hablarles, explicarles “ en idioma casero”, en idiomas que dichos jóvenes puedan comprender sobre los temas económicos y financieros de todos los días, son los mismos que diariamente escuchan en sus casas, sus padres los hablan entre sí, los escuchan en sus conversaciones telefónicas y los medios de comunicación que utilizan terminología complicada e incomprensible.
Mi tarea convertir lo incomprensible en sencillo y entendible para jóvenes de 11 / 12 años, nada fácil cuando a pesar de ser el mismo idioma los tiempos hacen que los jóvenes hablen y se entiendan con la utilización de expresiones y símbolos que las nuevas tecnologías pusieron a su disposición, para mí un gran desafío. Siempre mi hebreo con tonada cordobesa es la mejor puerta de entrada para romper el hielo, a pesar que todos aquí ya tienen los oídos acostumbrados a las diferentes tonalidades de los inmigrantes, siempre la sonrisa y una broma son los mejores puntos de partida, siempre los nombres de Messi y Maradona fluyen de las bocas de algunos de los alumnos.
Tan mal no debo haberlo hecho si algunos padres me llaman para agradecerme por lo original de las clases, si luego los directores de los colegios me ofrecen más horas y aulas para mi nueva experiencia didáctica, las rechacé, todo lo que sea un voluntario hobby vale, cuando ya es más que ello que lo convierte en un compromiso y obligación el tema deja de interesarme, lo importante es que el ejemplo cunda y surjan otros voluntarios con similares o nuevas ideas, para todos hay lugar porque la nueva generación es una esponja de asimilar y aprender, en ellos inteligencia no falta.
En una de mis últimas presentaciones la comencé diciéndoles que se les grabe muy bien en sus cabezas que en el mundo de los negocios las palabras favor y gratis no existen, que cuando algo se les presente bajo esa cobertura o formato publicitario que tengan la absoluta seguridad que no es cierto, que les están mintiendo, que el costo, y seguramente muy superior al normal, está encubierto, disfrazado, agazapado.
Ahora permítanme una corta explicación para los numerosos no Argentinos receptores, son la mayoría, de mis newsletters. “Precios transparentes” es una denominación que últimamente se hizo muy popular en Argentina cuando el gobierno, intentando reducir los precios de venta al público de una larga lista de artículos, obligó a aquellas empresas que publicitaban " 12 y 18 meses sin interés" a exponer claramente cual es el precio al contado y cual el financiado, que tasa de interés lleva cargada.
Primero, el gobierno descubrió que los precios al contado casi no descendieron, al contrario ahora los precios finales financiados subieron, clara señal que desconocían la psicología del empresario Argentino no acostumbrado a las bajas y segundo, lo peor, se produjo una drástica caída en las ventas que comenzó a preocuparlos por las casi seguras implicaciones en el cierre o suspensiones laborales de fábricas, la desocupación y las tensiones sociales aparecían por el lugar menos soñado.
La transparencia de separar precios al contados con los financiados enseñó los intereses casi usurarios que escondían éstas operaciones, detrás de ellos las grandes tarjetas de créditos, los bancos y los mismos fabricantes que cedían un porcentaje del precio para que el
" regalo" al comprador fuere tentador. Consecuencia inmediata, rápido hubo que regresar al punto de partida, retomar el viejo sistema " 12 y 18 meses sin interés" para que las ventas comenzaran a crecer para llegar a la normalidad anterior.
A los alumnos fue el ejemplo que utilicé para explicar cómo económicamente funciona la mente humana, la psicología, prefieren que al englobar todo en un costo final financiado, algunas veces usurariamente financiado, al adquirirlos se auto engañen, no realizan los mínimos cálculos, de allí la titulación de ésta nota " Pégame, castígame, miénteme, que me …gusta "
Y ya que menciono a Argentina aprovecharé para introducir un comentario sobre los masivos créditos hipotecarios para viviendas que allí en un año electoral acaban de lanzarse al mercado, una verdadera bomba de tiempo para los futuros gobiernos. En el medio, ante la potencial mayor demanda, pese a compromisos en contrario por parte de Cámaras y Empresarios, una suba en el costo de la construcción y de los inmuebles en venta es la primera consecuencia, los justificarán diciendo que prácticamente dicha suba no incide en el valor de las cuotas de las hipotecas, también en el medio la publicidad que inundará todos los medios comunicacionales, diarios, radios y televisión, la facturación de pautas publicitaria de para bienes, en un año electoral todo vale.
Hasta la próxima
Dr Israel Rabinowicz
Israel
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