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En la sala de estar de la residencia vaticana, el Papa Francisco y Georg Gänswein se sientan frente a frente. El Papa mira a Georg con tristeza mientras le explica su decisión de revivir una ofensa de hace 33 años en lugar de guardarla por compasión.
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En la sala de estar de la residencia vaticana, el Papa Francisco y Georg Gänswein se sientan frente a frente. El Papa mira a Georg con tristeza mientras le explica su decisión de revivir una ofensa de hace 33 años en lugar de guardarla por compasión. (Foto: DALL·E ai art)

El Papa Francisco aleja al ex secretario personal de Benedicto XVI del Vaticano

Por Virginia González
jueves 12 de enero de 2023, 23:23h

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El semanario alemán «Die Zeit» ha anunciado que el Papa desea alejar al ex secretario personal de Benedicto XVI del Vaticano.

Según informan medios alemanes, el arzobispo Georg Gänswein debe mudarse del monasterio Mater Ecclesiae, la residencia de Benedicto XVI, el 1 de febrero. De acuerdo con «Zeit», el Padre Georg recibió una carta personalmente firmada por el Papa Francisco el mismo día del funeral del Papa Emérito notificándole la fecha de su salida del domicilio vaticano.

El lunes, la Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer que el Papa tuvo una reunión privada con Gänswein. No se sabe qué fue lo hablado, pero diversos medios indican que el arzobispo fue convocado el sábado previo por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y el Papa Francisco.

Los rumores sobre las críticas del Papa al 'chismorreo' durante el ángelus del domingo se han reforzado, indicando que iban dirigidas al ex secretario personal de Ratzinger.

Es entendible que el libro de Gänswein no haya sido bien recibido dentro de los Sacros Palacios, sin embargo, lo que resulta aún más extraño -y menos propio de un Papa que debe adoptar una actitud paternal- es la decisión de comunicar al arzobispo que debía abandonar su hogar el mismo día del funeral de su "padre" espiritual. Esta decisión del Papa en sí mismo contradice las proclamas sinodales de misericordia y compasión a las que nos tiene acostumbrados. Sin embargo, esto tiene una explicación.

En mayo de 2015, el periodista inglés Austen Ivereigh publicó una biografía de Francisco centrada en su paso por Argentina llamada "El gran reformador: Francisco, retrato de un Papa radical".

Según Ivereigh, como resultado de la tensión entre Bergoglio y los provinciales jesuitas de Argentina, en 1990 lo enviaron al exilio a Córdoba sin ninguna responsabilidad. Poco después de que Jorge Mario se marchara, el arzobispo de Buenos Aires en ese momento, Antonio Quarracino, solicitó a Roma tener a Bergoglio como obispo auxiliar. Y lo consiguió.

Según Sandro Magister, el periodista vaticanista, antes de nombrar a Bergoglio como obispo, el superior general de los jesuitas, Kolvenbach, expresó su opinión negativa al respecto. No obstante, tras la consagración de Bergoglio en 1992 se pudo apreciar que el desacuerdo entre ambos continuaba siendo intenso.

Mientras esperaba dónde viviría, Bergoglio se quedó en la casa de los jesuitas de Buenos Aires. Allí también estaba su archi-rival García-Mata, que había llegado a ser el provincial.

Según Ivereigh en su libro, Bergoglio acusó a García-Mata de haberlo calumniado en un documento que el provincial le había remitido a Roma (aunque era confidencial, un asesor se lo había contado a Bergoglio). Mientras tanto, García-Mata sentía amenazada su posición por la popularidad que gozaba el nuevo obispo entre los jesuitas más jóvenes.

Según Ivereigh en su libro, Bergoglio exigió que si querían que se fuera, debían notificarlo de manera oficial. Por lo tanto, García-Mata le escribió a Kolvenbach para obtener su apoyo. Esta carta fue dejada en la habitación de Bergoglio y recibió una respuesta escrita por parte de él, donde le indicaba la fecha de su salida.

La historia se repite, con un personaje común pero en un contexto opuesto. Lo sorprendente es el tiempo transcurrido entre ambas situaciones: 33 años desde que en 1990 forzaron a Bergoglio a salir de la residencia de los jesuitas hasta 2023, cuando Francisco ordenó a Gänswein que dejara su casa en el Vaticano.

Se puede ver una similitud entre lo que le pasó a Bergoglio y lo que recientemente ocurrió a Gänswein, según esta historia.

Cuando alguien sufre una ofensa, hay dos caminos a seguir: revivirla con otros o guardarla para sí mismo por compasión, sabiendo lo que es haber pasado por eso gracias a la experiencia personal. En este caso, Francisco parece haber elegido el primero y no quiere evitar a Gänswein lo que los provinciales jesuitas le hicieron en Argentina.

En una ciudad antigua con calles estrechas, el Papa Francisco camina por la plaza del mercado mientras mira a su alrededor. El sol de la tarde se refleja en los edificios de ladrillo rojo y los puestos de comida llenan el aire con aromas exóticos. El Papa se detiene frente a una estatua de bronce que representa a un hombre con una mirada severa y una sonrisa triste.
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En una ciudad antigua con calles estrechas, el Papa Francisco camina por la plaza del mercado mientras mira a su alrededor. El sol de la tarde se refleja en los edificios de ladrillo rojo y los puestos de comida llenan el aire con aromas exóticos. El Papa se detiene frente a una estatua de bronce que representa a un hombre con una mirada severa y una sonrisa triste. (Foto: DALL·E ai art)
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