Tres años de cárcel por afirmar que una mujer trans no puede ser lesbiana

Una mujer de Noruega podría enfrentar hasta tres años de prisión por delitos relacionados con el discurso de odio, luego de afirmar que un hombre no puede convertirse en lesbiana. La cineasta Tonje Gjevjon, quien es lesbiana, fue notificada el mes pasado de que estaba bajo investigación policial por "transfobia criminal" tras publicar algo en Facebook.

El mes pasado, a la cineasta Tonje Gjevjon, quien es lesbiana, se le informó que estaba siendo investigada por la policía por un supuesto delito de "transfobia" debido a una publicación en Facebook.

"Es imposible que los hombres se conviertan en lesbianas, como lo es que queden embarazados", escribió Gjevjon. Ella agregó: "Los hombres son hombres sin importar sus preferencias sexuales". La artista explicó luego que su post fue un intento de llamar la atención sobre la ley de incitación al odio de Noruega, modificada en 2020. En ese momento, el parlamento del país aprobó una medida para prohibir la incitación al odio contra personas transgénero.

Tonje Gjevjon destacó los ataques personales que recibió por parte de activistas trans, específicamente Christine Jentoft. El asesor de diversidad de género de Foreningen FRI, una organización noruega LGBT+, es un hombre que se identifica como madre lesbiana. Jentoft es conocida por haber presentado una denuncia policial este año contra Christina Ellingsen, representante de la WDI (Declaración Internacional de Mujeres) de Noruega.

Jentoft se sintió ofendida por la afirmación de Ellingsen de que los hombres no pueden ser lesbianas ni madres, y comenzó una investigación policial sobre lo que se consideraba "transfobia" por parte de Ellingsen. Al igual que en Gjevjon, la persona corre el riesgo de ser sentenciada a hasta tres años de prisión si es declarada culpable.

Tonje Gjevjon comentó a los medios locales acerca de los ataques que había recibido por parte de activistas trans debido a su postura. Estos incluían el rechazo del mundo del arte en 2017 y la cancelación de sus exposiciones. Ella dijo: "No estaba preparada para el alcance con el que las organizaciones queer, los políticos y los activistas me demonizarían por ser una artista lesbiana que no estaba de acuerdo con ellos. Estos activistas se comunicaban con las personas con las que trabajaba, me presentaban como alguien odioso y advertían que no tuvieran ninguna relación conmigo".