Jesús Sanz mostró su desacuerdo con la ley de familias que pretende aprobar el Gobierno. «Esta legislación banaliza lo que es una familia, al presentar 16 tipos diferentes y abrir la puerta a más. Esto es un ejemplo de frivolidad. Yo defiendo que una familia es la unión entre un hombre y una mujer abiertos a la vida, respetuosos y cariñosos. Otras formas de convivencia deben ser protegidas, pero mi punto de vista se basa en nuestra tradición judeocristiana europea», afirmó el arzobispo.
El Arzobispo de Oviedo ha sido muy acertado al advertir que las leyes ideológicas que el gobierno está imponiendo con rapidez y ansiedad, posiblemente porque están conscientes de que el tiempo se les acaba, desmantelan muchas cosas; la familia, la relación entre hombres y mujeres, entre padres e hijos, entre maestros y estudiantes. Hay partidos políticos que prosperan en un ambiente de confrontación, lo cual destruye la estabilidad de una sociedad que se ve trivializada y banalizada, volviéndola vulnerable a la ideología por un tiempo, aunque al final fracase.