La llegada a Madrid de militares polacos entre los seguidores ultras del Legia hizo saltar las alarmas de los servicios secretos, que no descartan un ejercicio de la OTAN para poner a prueba la capacidad de la Policía española en reprimir algaradas violentas ante un hipotético escenario de tensión social. Para los analistas no ha pasado desapercibido que esta hipotética operaciónde la Alianza Atlántica coincidacon el anuncio del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de “volver a las calles”, que es donde está “el verdadero debate político”.
La hinchada ultra del Legia de Varsovia, una de las más violentas del mundo, está formada por miembros de organizaciones nacionalistas con formación militar, dado que desde su creación en 1916 el equipo está vinculado a las fuerzas armadas de Polonia. Conocido popularmente como los “militares”, su campo se llama Estadio del Ejército Polaco (StadionWojskaPolskiego).
Los estrategas de la OTAN siguen de cerca el anuncio de Pablo Iglesias de “echarse a la calle” para crear un “poder popular”
Con estos antecedentes, la presencia en Madrid los pasados 17 y 18 de octubre de 4.000 aficionados, entre los que se encontraban decenas de ultras, para disputar el partido de la Liga de Campeones ante el Real Madrid, disparó las alarmas. Al comprobar la Policía Nacional las identidades de los pasajeros que volaban a la capital de España saltaron los nombres de varios oficiales y suboficiales que fueron vistos tomando parte activa en los enfrentamientos, lo que causó extrañeza en los servicios secretos españoles.
Ultras militarizados
El Ministerio del Interior desplegó 2.000 policías de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los “antidisturbios”, para controlar de cerca a los ultras polacos, que se enfrentaron a los agentes españoles con extrema dureza. Fueron detenidos 13 ultras, de los que 9 quedaron en libertad tras declarar ante los jueces de los Juzgados de Instrucción números 53 y 49, si bien se les retiró el pasaporte y se les prohibió abandonar España hasta que se celebre el juicio.
En medios policiales se ha comentado los movimientos militarizados de los ultras en los alrededores del Estado Santiago Bernabéu y la forma de hostigar a los agentes buscando el cuerpo a cuerpo. Un total de 12 personas resultaron heridas, ninguna de gravedad, tres de ellas policías.
En el actual clima de enfrentamiento entre la OTAN y Rusia, Polonia es el país miembro de la Alianza Atlántica más volcado con la defensa del ideario atlántico, probablemente por la cruenta historia que arrastra desde la ocupación nazi en la II Guerra Mundial y el posterior vasallaje a la Unión Soviética en calidad de país satélite.
Escenario de revueltas
La excusa del viaje a Madrid de los ultras del Legia pudo servir como ejercicio del servicio de inteligencia de la OTAN para testar el grado de preparación de la Policía española ante un hipotético escenario de revueltas callejeras. La Alianza Atlántica lleva a cabo ejercicios de todo tipo para conocer en cada momento la “salud” de las sociedades civiles de los países miembros.
En los últimos años la resiliencia(capacidad de los seres humanos para superar períodos de dolor emocional y situaciones adversas) de la sociedad europea es una de las cuestiones más preocupantes para los mandos militares de la OTAN ante las nuevas generaciones que no creen existan amenazas. Los jóvenes europeos consideran lejana la posibilidad de una guerra convencional o nuclear, como periódicamente ponen de manifiesto los barómetros sociológicos.
Operaciones Gladio
Hace medio siglo, aún reciente el recuerdo de la II Guerra Mundial y en plena Guerra Fría con el mundo dividido en dos grandes bloques, la opinión pública europea vivía sumida en el temor de un enfrentamiento entre Occidente y el comunismo representado por la URSS. En ese escenario, la OTAN y la CIA mantuvieronen los países miembros de la Alianza hasta la caída del bloque soviético las operaciones Gladio,por las que financiaban redes clandestinas anticomunistas con la misión de actuar como quinta columna en caso de que las tropas del Pacto de Varsovia invadiesen Europa.
La Alianza cree que Putin, a través de terceros países, financia los movimientos antisistema para socavar el liderazgo de EEUU en Europa
Hoy Gladio en su diseño original no existe, pero es evidente la preocupación de la OTAN ante el escenario prebélico de enfrentamiento con Rusia, que altos mandos de la Alianza y los políticos más despiertos llegan a calificar de “peor aún que en la Guerra Fría”.
Los estrategas de la OTAN consideran que los movimientos antisistema y anticapitalistas europeos son objetivos prioritarios de Putin. El dirigente ruso los financiaría a través de terceros países para socavar el “vínculo transatlántico” y, con ello, el liderazgo estadounidense en el viejo continente.
Reactivar la calle
Bajo esta lógica, no es de extrañar que el más de medio centenar de grupos antisistema amparados en Podemos reciban atención preferente de los organismos de inteligencia de la OTAN. El llamamiento de Pablo Iglesias a “echarse” a la calle para crear un “poder popular”, tras fracasar la gran coalición PSOE-Podemos auspiciada por Pedro Sánchez y abortada por el CNI, ha hecho saltar las alarmas en el cuartel general de la Alianza Atlántica en Bruselas.
Juegos de guerra
El paso dado por Iglesias de “reactivar la calle” lleva consigo, a juicio de los estrategas otánicos, la incorporación a la agenda política, por parte del entorno más radical de Podemos, de cuestiones a las que la opinión pública no presta atención alguna, como la presencia de las dos bases norteamericanas en España o, incluso, nuestra pertenencia a la OTAN.
En un eventual escenario de inestabilidad social, no es de extrañar que los Estados Mayores de la OTAN, en sus habituales “juegos de la guerra”, hayan querido testar el nivel de preparación y eficacia de la Policía antidisturbios española.