En una sentencia, los magistrados de la Sección Primera de la Sala Penal consideran probado que los acusados formaban parte de una célula perteneciente al grupo islamista radical Hizb Ut Tahrir al Islami, localizada en la ciudad de Badalona (Barcelona), que procuraba la captación y adoctrinamiento de personas en esa y otras localidades cercanas con el fin de instruirles y radicalizarles en el ideario yihadista.
Para ello, utilizaban la violencia si era necesario mediante acciones de carácter y naturaleza terrorista en lugares de conflicto, en este caso, en Siria, con la finalidad de implantar con carácter universal el califato islámico bajo la única ley del islam, la sharía.
Los acusados realizaban su labor de captación y adoctrinamiento a través de reuniones en domicilios o lugares públicos de Badalona y contaban para su tarea con diversos materiales de contenido yihadista radical, así como el acceso a diversos sitios de Internet donde participaban en foros en los que se promovía y justificaba la yihad islámica y la necesidad y obligación de imponer el califato universal.
El Tribunal considera acreditado que adoctrinaron a un vecino suyo de Badalona que inició su conocimiento del ideario yihadista en la cárcel y que, al salir de prisión, viajó a Siria por indicación de los condenados para combatir junto con organizaciones terroristas. En aquel país, dicen la sentencia, falleció tras ser víctima de un bombardeo.
La Sala ha basado sus pruebas de cargo en la declaración de un testigo protegido, en las vigilancias policiales, la documentación y los soportes informáticos incautados a los tres acusados, así como en la agenda manuscrita del fallecido en Siria que indicaba su radicalización y que se había ido a combatir a aquel país.