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“Mi cortijico”
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“Mi cortijico”

Por José Antonio Carbonell Buzzian
viernes 11 de junio de 2021, 14:24h

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El poder que se le dio al presidente Fernando Miras en su toma de posesión como tal, es otorgado con el fin de ser utilizado para gobernar nuestra comunidad autónoma, por lo tanto, quien tenga este poder, debe identificar cual es el interés general de los ciudadanos.
La corrupción es una de las manifestaciones más claras del abandono por parte de quienes ostentan poder político, de la búsqueda del bien común por la del beneficio propio o el de sus amiguetes como si de un cortijo personal se tratase.

En la época en la que vivimos muchas veces ser político es sinónimo de corrupción o abuso de poder, creándose la opinión popular de que algunos políticos están pendientes solo de sus propios intereses, tener una fuente de ingresos extra con la que vivir del cuento, importándoles un bledo lo que suceda a su alrededor y hacer lo que les venga en gana. Y si no que se lo digan al presidente de la Región de Murcia, donde en FITUR se dio un baño de masas con el dinero del erario público, colocando sobre la bandera regional y en letras bien grandes la frase: “bienvenido presidente López Miras” convirtiendo el stand de nuestra Región en su club privado con una recepción que parecía sacada de una película mala, dígase de paso.

Todo esto sucede por la falta de valores que no existen en nuestra política, posiblemente porque la mayoría no trabajan por vocación y compromiso hacia los ciudadanos, no actúan con responsabilidad social, lo hacen desde una visión ideológica y partidista, hoy los murcianos necesitamos más que nunca el liderazgo político que no tenemos en nuestra Región o en nuestros ayuntamientos para salir de esta brutal crisis, esta pérdida de confianza y de imagen hacia los que nos gobiernan no es fruto del azar, tienen nombres propios y se debe a los comportamientos que muchos de ellos han ido demostrando.
Otro ejemplo de vanidad y prepotencia sumado a la desvergüenza de nuestro presidente, es la mediación en la operación quirúrgica de un familiar de García Egea, saltándose todos los protocolos y listas de espera en la que miles de murcianos aguantan estoicamente desde hace mucho tiempo poniendo su salud en grave riesgo, pero está claro que ser familiar o amigo de un político que está bien situado, abre muchas puertas y de un solo plumazo te colocas delante del resto. ¡Qué suerte corren algunos!

Sí es cierto que todos los representantes fueron elegidos en las urnas, pero un dirigente que solo se apoya en el valor del voto sin llegar a ser reconocido por el valor de sus comportamientos y sus decisiones no está capacitado para ejercer el cargo. Es un gran fallo de nuestra sociedad, la escasa importancia que damos a los valores y a los comportamientos como códigos de conducta.

Los pilares de nuestra sociedad, de una región, o de un municipio, se deberían de sustentar en los valores que se tienen y cumplen el mismo papel que los muros de una casa, si no son buenos cuando venga el mal tiempo, estos corren el riesgo de deteriorarse y luego derrumbarse siendo el coste de la reparación muy elevado.

Escenarios como los mencionados desgraciadamente suceden cada día en puntos diferentes de nuestra geografía, pero a pesar de saber que no hacen bien su trabajo, ninguno quiere dejar su cargo, así que yo personalmente pido tanto la dimisión de Miras como la de Egea.
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