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Hoy vamos al fútbol

Hoy vamos al fútbol

Por Nicolás Poveda
viernes 14 de mayo de 2021, 17:37h

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Ahora que parece que la huida del coletas galapaguino, buscando mejor fortuna (dineros) en las manos de un personaje llamado Roures, y tras el doble zarpazo recibido por el inquilino monclovita a manos de Ayuso y de Mas Madrid unido al enroscamiento de Susana de Sevilla, nos priva de un montón de comentarios, vamos a dedicarle unos minutos a un problema, porque en definitiva es un problema, derivado y creado en el mal llamado deporte rey, es decir en el futbol, y motivado por la falta de ingresos del Real Madrid C.F. y del Barcelona C.F. que les impide seguir mandando a base de talonario.

Han anunciado la creación de una competición a la que denominan superliga, y que no es otra cosa que más de lo mismo.

Hace años como consecuencia de hacer profesional, me vi en la obligación legal de tener que pronunciarme sobre las reglas del futbol, y aunque aquello obedecía a una normativa estatutaria de la RFEF, en base a ello y a que algunos club modestos no podían liquidar económicamente a sus jugadores al final de la temporada, se veían obligados a bajar de categoría, norma que se aplicaba porque si o porque si, sin posibilidad de recurrir a la vía ordinaria (Juzgados y Tribunales) a pesar de que la constitución Española establece que la Justicia se aplicará por Jueces y Tribunales ordinarios según Ley. La RFEF era juez y parte, dictaba una orden de descenso y eso no se podía recurrir. Como consecuencia de tal desafuero constitucional, se desestimó la demanda interpuesta contra el modesto equipo Polideportivo Almería C.F, y en la fundamentación se argumentaba la inconstitucionalidad de los estatutos y demás reglas internas de la RFEF, que provenían de la UEFA y de la FIFA, dictándose la correspondiente resolución que figura en los compendios de jurisprudencia mas al uso.

La razón de la normativa de la RFEF deriva de que la FIFA y sus derivados son una entidad de derecho privado, que se rige por sus normas propias, como la Telefónica, la Caixa o ACS, normas que aplican en todo caso y sin poder de recurso las más de las veces. Los jugadores si pueden acudir a la jurisdicción ordinaria y salirse del monopolio jurídico de la FIFA y sus adláteres, porque hubo una sentencia del TJEU (Tribunal Europeo de Justicia) en el caso Bosman de 15 de diciembre de 1.995 caso 415/93, que así lo determino, que, si no tampoco podrían, salirse del monopolio.

Por aquellas fechas el Deportivo de la Coruña, presidido por Lendoiro tenia problemas con la RFEF y pretendía acudir a los Juzgados ordinarios, siendo apercibido por la UEFA y demás de que seria excluido de las competiciones europeas y sus jugadores vetados para poder participar en cualquier competición organizada por ellos, lo que finalmente acabo con el desistimiento de acciones por `parte del Deportivo.

Ahora resulta que unos clubs poderosos, dicen que los mas del continente vetados para cualquier competición organizada por europeo, entre ellos los citados, pretenden crear una Superliga por su cuenta, al margen de la normativa UEFA y demás, lo que ha sido contestado de forma categórica por estos organismos y provocado el abandono del proyecto por parte de muchos clubs, entre ellos los ingleses, que, por cierto, fueron los que lo inventaron.

El debate está servido, máxime el potencial económico de los clubs afectados, Madrid, Barcelona y Juventus de Turín, y el de los jugadores que pertenecen a dichos clubs.

Se ha pronunciado en exceso la palabra monopolio, para calificar la conducta de los entes oficiales del Futbol, Como he dicho antes el FIFA y sus adláteres son entidades de derecho privado, y así están reconocidas en sus estatutos aprobados por las legislaciones de todos los países y como tal actúan privadamente. Es evidente que hay competiciones cuya importancia excede de lo meramente privado, pero la realidad es que la UEFA o la FIFA, son las dueñas de la Champion y del Campeonato Mundial, que se juega por sus reglas, cuando dicen y como dicen. Por aquellos que ellos deciden que jueguen, pudiendo excluir a algunos, como ha sucedido por cuestiones políticas. Como cualquier entidad privada, manda en lo suyo conforme a sus decisiones, nadie le puede decir a La Caixa o a ACS como tienen que hacer las cosas, que personal utilizar y que medios materiales usar, se podrá regular las relaciones laborales, pero poco más, son ellas a través de sus órganos rectores las que mandan.

En España hubo un caso que fue un partido entre el Sporting de Gijón y el Madrid, que fue prohibido su juego por la RFEF ya que se iba a televisar, dada la trascendencia del mismo. El gobierno de España impuso su criterio y se hizo y se el ministro RFEF y el Gobierno jugo hábilmente sus bazas ante dicho silencio.

Es evidente que el debate no debería plantearse, según mi criterio sobre monopolio si o monopolio no, sino en la propia existencia de la normativa, a través de las acciones legales correspondientes resaltar el carácter público del deporte, y los países de determinados contornos, Europa, América o cualquier otro, anunciar la creación de competiciones paralelas incluso de selecciones, arrinconando a la RFEF y demás. Creo que solo así se podrá acabar con este problema.

Mientras tanto por vía constitucional, no por vía de tribunales ordinarios, ir acomodando la actividad deportiva del futbol a la realidad que es, no la que se pretende que sea desde la sede de la FIFA.

Y ello, ante una posición firme como la que puso encima de la mesa el Ministro Pio Cabanillas cuando el follón de lo de Gijón, se podrá conseguir que cambie, y dejen de medrar unos cuantos multimillonarios.

Pero también se ha de tener en cuenta que la posición observada por los convocantes de la superliga es harto sospechosa de ese “monopolio” que ven en el otro, ya que esa competición de Superliga solo seria jugada por sus clubs y los por ellos invitados, y así la inmensa mayoría quedaría fuera de competir, porque no interesan económicamente.

Hace muchos años oí decir a Jose María García, cuando lo de la conversión de los clubs en sociedades anónimas deportivas, que, lo que más daño le haría al futbol seria convertirlo preferentemente en una actividad mercantil y no preferentemente deportiva, palabras proféticas que estamos viendo día a día.

Es evidente también, que a manos ingresos se producirían menos desajustes entre clubs, y los sueldos de algunos se verían en cifras normales.

Es difícil, poner de acuerdo a los estados sobre cualquier cuestión y más esta, pero se podrían crear comisiones interestatales, de carácter oficial-público y no privado que regularan las actividades del futbol, que no solo es la taquilla, sino que también es determinar cuantos pasos puede dar un portero con el balón sin botarlo antes de sacar de portería, etc., etc.

Esta es mi modesta opinión y así se la transmito para que piensen si les viene en gana sobre ello. Todo más complejo que la simpleza de una persona llamada Florentino que pretende acabar una obra.

Y que gane el mejor.
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