Si pudiéramos hacer un balance es muy probable que viéramos a todas luces que la natalidad ha retrocedido y que hay menos población debido a las muertes por la pandemia. Esto es un poco lo que querían, que haya menos gente y así es mucho más fácil manejar un país y por otro lado a los que no producen que se vayan muriendo, es el plan que no se dice, del cual no se habla.
Hoy en día las instituciones sean las que sean ya no sirven, son inoperantes, es decir, que si no existieran no pasaría nada. Son un cero a la izquierda. Muestra y prueba de ello por destacar un ejemplo es que no levantan la voz con el conflicto Saharaui.
Países como España por poner otro ejemplo no paran de deportar inmigrantes marroquíes al Sahara Occidental mientras que eluden pronunciarse sobre si esta región ocupada merece un referéndum de autodeterminación.
Todo es maquillaje e inútil, solo gente cobrando grandes sueldos y otros que los mantienen con su esfuerzo pero no existe su utilidad práctica. Es un mundo vacío de contenido.
Los medios de información se han convertido en medios de desinformación. Si hay mucha presión pues se hace algo para que la gente no proteste demasiado y por otro lado quedar bien ellos y ya está, se dice: caso cerrado y a otra cosa.