En la localidad italiana de Bérgamo se resiste al espanto que nos espera: vacunas, pretexto hacia el transhumanismo
domingo 07 de marzo de 2021, 11:51h
Ciudad italiana de Bérgamo. Durante los pasados días parecieron carteles sobre la actual campaña de “vacunación” con los símbolos gubernamentales del Istituto Superiore di Sanità, el Ministro de Salud y AIFA (Agencia Italiana de Medicamentos) y con los logos de algunas mafiosas de FARMAFIA. A saber, algo nos suenan, también, a los españoles. AstraZeneca, Pfizer/BionTech, Moderna. Fabricantes de los matarratas transgénicos…y sus consiguientes terapias genéticas.
Vacunas, horror “sanitario”, pretexto para el transhumanismo
En tales carteles, exhaustiva y minuciosa lista de ingredientes de la vacuna. Teniendo en cuenta que lo digital y las vacunas viajan juntos en este horror y teatro plandémicos debemos esperar que todo el nuevo paradigma cibernético y tecno-médico se vaya paulatinamente confirmando. El problemilla, pues, es que lo quieren hacer a costa de nuestros cuerpos. Y no deberíamos, bajo ningún concepto, consentirlo.
Cartelería en Bérgamo, información veraz, veracísima, como los numerosísimos ensayos de vacunas en África, con gravísimas y letales consecuencias llevadas a cabo por la Fundación Bill y Melinda Gates. Los nuevos matarratas transgénicos (vulgo vacunas), turbadora vuelta de tuerca, pues.
Hacia el transhumanismo. Y más allá (incluso del planeta Tierra). "Biomejoramiento", cuerpos implementados, cuerpos híbridos e infinitamente modificables, toda deviene espeluznante y aterradora ingeniería y progresiva artificialización de todo procesos biológicos. Humanos y no humanos.
Lo que nos espera si no desobedecemos
Diagnóstico remoto, implantes neuro-cerebrales, atroces tecnologías de ingeniería genética, pasaportes de vacunación: esto es lo que está a punto de convertirse en la nueva normalidad. Alteraciones genéticas y mutaciones antropológicas para una humanidad privada incluso de su capacidad de defensa. Estando inermes, no debemos evitar una posible, legítima y justa defensa, además de resistencia, que se dedique a ignorar la razonable comprensión de los pasajes antedichos. Y los que vendrán…
…Y ante eso, solo resta lo de siempre. Para comenzar: desobedecer siempre y en todo lugar.
En fin.