Los grupos neo-nazis, xenófobos, racistas y nacionalistas están creciendo en toda Europa al calor de la avalancha de refugiadosprocedentes de Oriente Próximo y Asia Central. Los servicios de inteligencia alertan de la llegada al poder de la extrema derecha en gran parte de los países europeos y el nivel de coordinación entre los partidos de los diferentes Estados.En las próximas elecciones federales en Suiza el 18 de octubre se da como segura la victoria del partido conservador Unión Democrática de Centro (UDC) presionado por los sectores más xenófobos que ya le obligaron a efectuar el referéndum de 2014 contra la inmigración en masa.
Una semana después, el 25 de octubre, tendrán lugar las elecciones legislativas en Polonia que presentan pronósticos preocupantes. La vuelta de los conservadoresmás duros al poder, esta vez en alianza con los grupos de extrema derecha más agresivos y racistas, es vista como irreversible.
La llegada de miles de refugiados por las guerras de EEUU en Oriente Medio y Asia Central alimentan la xenofobia
El partido conservador Derecho y Justicia del actual presidente Andrzej Duda, se vería desbordado por el Congreso de la Nueva Derecha (KNP), aliado del Frente Nacional francés, de la Liga Norte italiana y de otros partidos xenófobos y populistas europeos.
Junto al KNP, que se da como posible ganador de los comicios, aumentarían también su representación parlamentaria otros partidos de la derecha polaca como Polonia Unida y Polonia es lo Más Importante, que entrarían en el Parlamento Europeo.
En Grecia el partido neonazi Amanecer Dorado se ha mantenido como tercera fuerza política en las elecciones del pasado mes de septiembre. Con un 7% de los votos,obtuvo 19 escaños en el Parlamento. La prensa griega señaló que los resultados cosechados se debían a la llegada masiva de refugiados a las islas helenas y el creciente desempleo.
Crecen los partidos nacionalistas
Las elecciones regionales en Francia previstas para diciembre darán una imagen del mapa político galo y los efectos que están produciendo la
avalancha migratoria en Europa.
Los ejemplos de Suiza, Polonia, Grecia y Francia pueden ser seguidos en Hungría, Chequia, Eslovaquia, Dinamarca, Países Bajos, e incluso Suecia, según fuentes de inteligencia europeas.
ElVlaamsBelang(en neerlandésInterés Flamenco) de Bélgica, el Partido de la Libertad holandés, el Partido del Progreso noruego, el Partido del Pueblo Danés, la Alianza por el Porvenir de Austria, la Liga Norte italiana, el Partido de los Verdaderos Finlandeses, el Partido Nacional Esloveno, y otras formaciones de extrema derecha en todo el continente se están nutriendo del rechazo de una parte de la población ante la avalancha migratoria provocada por
las guerras de Estados Unidos en Oriente Medio y Asia Central.
Las milicias fascistas anti inmigrantes de Hungría se apoderan de la calle
En Hungría, el partido de extrema derecha Jobbik, ganador de las elecciones de 2014, está generando un fuerte crecimiento. Las milicias fascistas anti-inmigrantes, la Magyar Garda, se están apoderando de la calle e imponen su ley por encima de las leyes de la República. “De seguir este proceso, los partidos centristas, de centro-izquierda, socialistas y liberales, se ven claramente amenazados”, estiman las citadas fuentes.
Neonazis alemanes
También crece el temor en Alemania a que en las próximas elecciones parlamentarias, regionales y europeas, el partido neonazi NPD supere la barrera del 5% y desestabilice la convivencia conseguida en Alemania desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El NPD tiene un escaño en el Parlamento Europeo, pero ninguna representación en el Bundestag. La oleada migratoria le está dando alas para entrar en las instituciones.
Con una tasa de inmigrantes del 11,9% de la población, es decir unos 10 millones de residentes, Alemania mantiene un frágil equilibrio inter-étnico e inter-confesional. Las citadas fuentes de inteligencia señalan que “el previsible aumento de refugiados/inmigrantes musulmanes es un terreno abonado para la propaganda xenófoba y racista del NPD”.
Pulso Sarkozy-Marine Le Pen
La oleada de inmigrantes tendrá también consecuencias en Francia, donde las expectativas del Frente Nacional de Marine Le Pen de llegar al Eliseo han crecido considerablemente.
La declaración de la dirigente del partido ultraderechista de “expulsar a los inmigrantes a sus países de origen, incluso si están en guerra”, pone de manifiesto lo que va a significar la campaña electoral para las presidenciales de 2017.
Si los sondeos realizados antes del tsunami migratorio daban un empate técnico para la segunda vuelta entre la candidata del Frente Nacional y el posible ganador en las primarias de “Los Republicanos” (el nombre con el que Nicolas Sarkozy ha rebautizado al partido UMP de centro-derecha), los recientes acontecimientos en Europa inclinan la balanza hacia la extrema derecha.
Coordinación internacional
La posible llegada al Palacio del Eliseo de Marine Le Pen representaría un terremoto político a nivel europeo y el fin de una etapa europeísta dominada por la alternancia entre conservadores y socialistas. Y con ello, el fin de la Unión Europea y la vuelta a las fronteras nacionales, según los análisis más pesimistas.
Con este escenario, la comunidad de inteligencia investiga el nivel de coordinación de los partidos xenófobos y neonazis europeos con el fin de descubrir si se está gestando una “internacional de extrema derecha” que trate de llevar a cabo sus objetivos desde las instituciones.