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Populismos (II): Claves psicológicas

Populismos (II): Claves psicológicas

Por Carlos González
miércoles 23 de septiembre de 2020, 11:50h

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No deberíamos extrañarnos tanto. En el fondo, aunque no suele llamarse así, las claves psicológicas de cualquier religión, ideología política o movimiento social, tanto del pasado como del presente, están todas, sin exclusión alguna, bañadas en su totalidad en las aguas del… Populismo.

Si por tal entendemos decir le a las masas lo que quieren oír, basta con que analicemos sin descender mucho en los dogmas del mismo Cristianismo, o el Islam, y veremos que lo que se le dice a los fieles es bastante simplón: Que todos somos iguales. Que gozamos en la misma paridad de ser hijos de Dios. Sin embargo, a partir de ahí se construye toda la relación social, y sobre todo económica, y no hace falta ser un alto estudioso para comprender que unos explotan a los demás y viven de su trabajo y esfuerzo y otros disfrutan del bienestar de ese sacrificio.

Se les promete una vida eterna, donde en un lugar maravilloso, mítico y lleno de riquezas y placeres los más pobres podrán disfrutar de lo que cada día se les niega aquí, simplemente una vida digna. Porque los más afortunados -y siempre los que predican esas esperanzas- ya se encargan –por si no existe ese Cielo prometido- de disfrutarlas aquí, en la Tierra.

También se ha buscado en el fundamento de esas religiones los chivos expiatorios. Siempre hay “Malos” a los que combatir. A los que denunciar. Por todas partes se han quemado herejes. Y mucho más aún, por todas partes hay infieles, que no solo son los culpables de todos esos males, sino que se les puede matar impunemente y además te premiarán por ello, no solo aquí, sino también allí, en el Cielo.

Las salidas siempre son la mar de fáciles. Si algo malo ocurre es porque Dios así lo quiere. No debes analizarlo y menos aún buscar remedios. Lo que debes hacer es rezar y ese Dios te ayudará sin dudarlo. Basta con que pienses que eres un simple mortal, no dudes de la obra del Padre, y solo cuando alcances el Cielo, si haces lo que ellos te dicen, que mira por donde siempre es que les obedezcas y te sacrifiques por ellos, es cuando lo comprenderás todo sin duda alguna. Si esto no es el más sencillo de los populismos… que venga ese Dios y lo vea.

Por otra parte basta analizar sin grandes esfuerzos cualquier ideología política. La más famosa y que tuvo su momento para convertirse en el único liderazgo ideológico mundial, fue el Marxismo.

¿No es acaso todo su fundamento un simple y llano Populismo? ¿No dispone acaso de todos los elementos definitorios que conceptúan a dichos movimientos políticos populistas?. Le dice claramente a las masas lo que quieren oír: Que no se preocupen más que de obedecer ciegamente, porque el Estado, a través de la pureza y falta de equivocación del partido, les traerá eso que tanto anhelan, Educación gratuita, Trabajo para todos según sus cualidades y formación. Sueldo digno para todos. Una casa en la que vivir con comodidad. En fin, la felicidad individual y colectiva sin paliativo alguno.

¿No prometen acaso un mundo perfecto que se alcanzará cuando derrotemos a las fuerzas del mal? Que además son perfectamente susceptibles de ser derrotadas. ¿No se designan con simpleza, rallando el humor negro, a los chivos expiatorios? Basta con que matemos a los ricos y les quitemos lo que tienen y lo repartamos. Mundo resuelto.

Todas las propuestas para resolver los problemas y salir de esa situación para alcanzar otra que raya en la perfección ¿No son acaso super-simplonas?. Pero peor aún, se ha montado siempre con la más absoluta impunidad toda una terrible jerarquía represiva que, si algún pensador más reflexivo se le ocurría dudar lo más mínimo de esa sarta de sandeces, ya se encargaban de acusarlo de lo que fuera, siempre terminaron quemados, despedazados, azotados y martirizados. Nadie levantó nunca un dedo por ellos. No digo nada si se le ocurría publicar sus pensamientos contra esos “Populismos”.

En fin, si somos serios, estudiamos y reflexionamos, comprobamos que hasta el día de hoy, También el Capitalismo, que nadie se llame a engaños, no son más que perfectos populismos, nada más que más disfrazados y con resortes dogmáticos aparentemente un poco más complejos.

Sobre el autor

Carlos González-Teijón es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, y de reciente aparición El Sistema, de editorial Elisa.

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