Mientras que España vive una deficiencia constante de su capacidad de defensa, con un ministerio mermado por constantes recortes, Marruecos vive la situación contraria.
Tampoco altos cargos internacionales se han mostrado interesados en un estado saharaui independiente en el marco del Sahara Occidental, lo que podría haber favorecido la situación estratégica y política de España.
Tal y como ha señalado El Portal Diplomático, el general de división Jesus Argumosa sostiene que "la aparición de un Estado democrático independiente y sólido, produce importantes ventajas en la seguridad del entorno geopolítico del norte de África y África occidental".
Para el ex jefe de la Escuela del Estado Mayor esto "constituye un ‘muro de contención’ contra el yihadismo islámico, facilita el equilibrio estratégico de las potencias de la región (…) incrementa la estabilidad de nuestro espacio próximo de seguridad que constituye un objetivo estratégico nacional".
Estas palabras recuerdan también a las del coronel José María Manrique, quien ya avisó que Marruecos "es el enemigo más peligroso y descarado de España", al igual que daña los "derechos pesqueros, con la inundación de nuestros territorios con droga e inmigrantes, con anexión del territorio pendiente de descolonización del Sáhara, del que España sigue siendo la potencia administradora ante la ONU, de nuestras aguas de interés económico y lo que supone en pesca, petróleo, “tierras raras” (telurio, etc) y soberanía, la anexión de la zona neutral de Ceuta y Melilla, y la asfixia económica de ambas plazas, y tantísimas cosas más, entre las que los comparsas marroquíes del 11M solo son la punta del iceberg".