La formación convocó en esos días actos políticos, a los que este grupo de extrema izquierda anunció la contramanifestación, publicación en redes de imágenes que les identificaba con el régimen nazi, y elevando la violencia hasta llegar a la agresión acabó el día 26 de junio, en un agresión verbal y física, de la que la diputada de Vox Rocío de Meer sufrió el impacto de una piedra en la cara.
En su escrito, la formación explica que los hechos denunciados pueden ser constitutivos de delitos electorales contemplados en los artículos 146.1.b) y 147 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, en relación con los delitos de amenazas de muerte e insultos articulo 169 a 171 del Código penal en concurso con el delito de odio contemplado en el artículo 510 Código Penal.
Además, de la instrucción pudiera acreditarse la comisión de los delitos contemplados en el artículo 407 al 409 CP, relativos a los delitos de abandono de destino y el de omisión del deber de perseguir delitos contemplados en el Capítulo II, del Título XIX del Código Penal.
En la denuncia presentada, Vox explica que en la celebración de los actos de campaña que realiza la formación, “se está comprobando que se permite la reunión en las inmediaciones de personas cuya finalidad es gritar a los asistentes, insultar, lanzar mensajes disuasorios y amenazar de muerte a todos cuantos acceden a los actos políticos de esta formación”.
Se trata, además, de “contramanifestaciones” que están “convenientemente organizadas y anunciadas en redes sociales que se utilizan para su convocatoria”. Es por ello, que también son conocidas por los responsables de seguridad del Gobierno Vasco, del que depende el aseguramiento de los actos políticos de las diversas formaciones políticas concurrentes en las elecciones al Parlamento del País Vasco.
Unas agresiones que, además, han ido aumentando de forma exponencial el nivel de violencia, como ha quedado patente en los actos de Vox celebrados los pasados 19, 21 y 25 de junio, cuando se pasó del “intento a la ejecución de agresiones a los integrantes del partido, así como a los participantes en los actos públicos convocados”.
“La motivación y finalidad de los actos no son otros que generar odio, violencia y agresividad dirigida contra los miembros del partido Vox”, denuncia, que añade que esta motivación está “absolutamente proscrita en nuestro Ordenamiento” por ser origen y consecuencia de un delito de odio, “ya que se ejerce por el único motivo que es la ideología”.
Así, la denuncia solicita que se acuerde la declaración del representante de la asociación querellada; se recaben los informes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tuvieron intervención en los actos políticos celebrados el 19, 21 y 25 de junio en la Comunidad Autónoma Vasca; se cite a declarar como investigados a cuantos aparezcan identificados en los mismos como autores de las amenazas, insultos, y altercados denunciados.
Vox también pide que se soliciten las instrucciones remitidas por la Consejería de Seguridad del País Vasco a las FYCSDE intervinientes en los actos celebrados por este partido y que se soliciten las instrucciones remitidas por la Delegación del Gobierno, si las hubiera tanto a la consejería de seguridad del País Vasco como a las FYCSE en relación con los actos políticos, así como todas aquellas que sean necesarias para el descubrimiento de los responsables y aseguramiento de las pruebas de los delito.
Por último, la formación solicita que policía judicial proceda a comprobar y asegurar los enlaces que se han remitido junto con la denuncia en los que se relatan las agresiones a las personas que acuden a estos actos con el objeto de evitar que sean borrados.