Quizá la multinacional tecnológica más importante del mundo, que comenzó su actividad en 1996 como buscador en internet, a fecha de hoy albergaba un pequeño desastre organizativo en su propia empresa.
Google pasó del buscador al negocio de la publicidad, culminando su apuesta con la adquisición en marzo del 2008 de DoubleClick, fundada al año siguiente de la implementación global de la world Wide Web, desarrollada por Tim Berners-Lee, en 1996. La importancia de dicha empresa es que entre sus clientes están Motorola, Microsoft, Coca-Cola, Nike, General Motors, Visa.
En estos veinte años desde el nacimiento del buscador, Google ha entrado a saco en cientos de negocios, relacionados todos con la tecnología y con internet. Así nos encontramos con que es muy difícil, diría que imposible, que uno de los miles de millones de usuarios de internet no utilice alguna herramienta, servicio o desarrollo de Google habitualmente.
Correo Gmail, navegador Crome, videos YouTube (mil millones de usuarios), Android para smartphones. Un sistema operativo utilizado por millones de usuarios con grandes problemas de actualización debido a que dependen de los fabricantes de móviles.
En el 2013 compró Boston Dynamics, compañía que desarrolla tecnología militar y fabrica robots para el ejército norteamericano. Fue fundada en 1992 por Marc Raibert, profesor de Instituto Tecnológico de Massachusetts, y entre sus artilugios cuenta con Atlas, un robot humanoide para operar en zonas peligrosas.
En veinte años la compañía fundada por Larry Page y Sergey Brin opera en cientos de campos tecnológicos, muchos de ellos que nada tienen que ver con internet, como el desarrollo del coche sin conductor Google Car, SpaceX, fundada a comienzos de siglo por Elon Musk (otro visionario y propulsor de nuevos inventos, como Tesla, el coche eléctrico con mayor autonomía del mundo), que fabrica la nave espacial Dragon...
Así podríamos citar cientos de páginas con empresas adquiridas o participadas por el gigante tecnológico, creando su propia
tarjeta de crédito y el sistema Wallet, con vocación de que sus millones de usuarios operen en su negocio bancario, como ya se hace en Estados Unidos y Gran Bretaña, donde incluso ofrecen préstamos para determinadas compras.
Alphabet será el paraguas del mayor holding tecnológico del mundo
Esta semana los directivos de Google anunciaban la creación de Alphabet para diversificar los departamentos o negocios de la compañía en mercantiles independientes bajo el holding del buscador. La medida no es más que poner orden interno a cientos de proyectos y programas que hasta ahora no tenían una burocracia definida y provocaba irritación y molestias innecesarias.
Cuando una empresa crece y se diversifica es lógico departamentarla. Alphabet será el paraguas, el holding que albergará a las divisiones o sub-empresas que el buscador creará y tendrán estructura propia. Google hace años que debió reestructurarse. Ahora lo anuncia y todos los comentaristas de información tecnológica babean con la medida como si se hubiera descubierto la piedra filosofal. Más vale tarde que nunca.