Éste comprometió su personal intervención ante el Presidente Trump, la Canciller de Alemania Angela Merkel y la titular del FMI, era obvio que ya todo entre éstos estaba previamente conversado y arreglado, nunca nadie había recibido un impulso y apoyo de tamaña magnitud.
Dijimos el problema no estaba en Trump, Angela Merkel y el FMI, esto tenía una solución de franco apoyo, Netanyahu se movió bien y rápido, el problema radicaba en Argentina, allí estaban los que apuntaban al fracaso de toda gestión de la nueva administración, en pocos días, a través de notas y comentarios firmados en los principales periódicos que a ellos representan quedó claro que los opositores, los reales propietarios del poder, salieron con los tapones en punta.
Lo que debió ser corto y rápido se transformó en lento, pesado y falta de ejecutividad, en el medio un Coronavirus que llevó a una nueva situación mundial que convirtió, transformó las neuronas mundiales, los grandes problemas ya eran otros, Argentina comenzó a pagar las consecuencias.
En Argentina son muchísimos años en donde la historia se repite, nada es nuevo, pueden modificarse nombres pero son del mismo árbol, las situaciones son similares, señal que al día de hoy, Coronavirus de por medio, nada cambió.
La “sorpresiva” aparición en paralelo de un largo listado de más de 500 importantes nombres que el ex gobierno del Presidente Macri mantenía en seguimiento es una clara demostración que se pretende desviar la atención de un acuerdo que quedará muy lejos de lo originalmente previsto.
Hasta la próxima...