El levantamiento del embargo sobre Irán posibilitará su despegue económico, tecnológico y científico como potencia emergente en la región de Oriente Medio, pese a la oposición de Israel que ha visto derrumbarse su discurso sobre el peligro nuclear del régimen de los ayatolás, según la estimación de los servicios de inteligencia árabes a la que ha tenido acceso MIL21.
La primera consecuencia del histórico acuerdo por el que Irán renuncia a fabricar armamento nuclear será su incorporación al bloque de países BRICS. Rusia y China, por razones geopolíticas, son favorables a que la República Islámica de Irán se una al grupo de potencias emergentes, según las citadas fuentes.
El segundo efecto será el crecimiento económico del país, una vez que el fin de las sanciones permitirá intercambios comerciales de alcance global. En este capítulo jugará un papel decisivola puesta en marcha de un complejo militar-industrial autónomo.
Actualmente Irán posee astilleros navales capaces de fabricar buques de guerra, incluidos cruceros lanzamisiles y submarinos, misiles de medio alcance y sistemas de defensa antiaérea de última generación. Según las fuentes, el levantamiento de las sanciones permitirá a Irán adquirir el material necesario para acometer las dos tareas que completarían su sistema armamentista: la fabricación de cazabombarderos yde carros de combate.
En el plano geopolítico regional, se estima que tendrá una enorme importancia el impulso de la Alianza de países ribereños del Mar Caspio, integrada por Rusia, Kazakstán, Turkmenistán, Irán y Azerbaiyán. Rusia ya ha realizado en el pasado ejercicios militares con los países del Caspio.
La irrupción de Irán en la geopolítica de Asia Central tendrá como consecuencia el aislamiento de Uzbekistán -firme aliado de Estados Unidos- y reacio a todas las iniciativas provenientes de Moscú y Pekín.
Guerra por el control del mundo islámico
A los servicios de inteligencia árabes les preocupa cómo va a incidir el nuevo escenario en la guerra ideológica quelibran las diferentes ramas del islam, suníes y chiíes principalmente.
La rivalidad entre Teherán y Riad por el control del mundo islámico no solo ha aumentado en el seno de los países miembros de la OCI (Organización de la Conferencia Islámica), que reúne a 52 naciones de todo el planeta, sino que se ha extendido fuera de la Umma islámica.
Iberoamérica se ha convertido también en un terreno de disputas entre suníes, apoyados por Arabia saudí; y chiíes, respaldados por Irán. Un escenario similar al que se está desarrollando en África central y occidental. Saudíes e iraníes dedican miles de millones de dólares anualmente a extender su área de influencia religiosa en el mundo.
Indignación israelí
La cólera del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, calificando de “error histórico” el acuerdo nuclear, tiene su origen en el temor de que Irán se convierta a corto plazo en una potencia emergente con capacidad de influir en los escenarios geopolíticos medio-orientales y centro-asiáticos.
Las presiones ejercidas durante años por Tel Aviv para impedir militarmente que Irán se dotase de bombas atómicas, se ha venido abajo estrepitosamente. Israel se ve obligado a replantear toda su estrategia regional, concluye la estimación de los servicios de inteligencia árabes.