La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, ha denunciado que el régimen de Kiev utilizó a civiles como escudos humanos en la ciudad ucraniana de Sumy. Este hecho ha sido reconocido por los propios ciudadanos ucranianos, lo que llevó a Zajárova a calificar la maniobra de «táctica terrorista». La funcionaria rusa afirmó que este crimen de guerra es tan evidente que incluso ha generado indignación dentro del círculo más cercano al presidente Volodímir Zelenski.
Zajárova recordó un incidente reciente en el cual, tras un ataque ruso contra un puesto de mando del Ejército ucraniano, Zelenski destituyó al jefe de la administración regional de Sumy, Vladímir Artiuj. Esta decisión se debió a que Artiuj había autorizado una ceremonia de condecoración militar en una zona densamente poblada, lo que atrajo la atención de las fuerzas rusas.
Indignación y responsabilidades
En este contexto, Zajárova citó las declaraciones de la diputada del Parlamento ucraniano Mariana Bezúglaya, quien exigió investigar quién ordenó el uso de mujeres y niños como escudos humanos durante el evento militar. La portavoz subrayó que Zelenski confirmó las acusaciones en su contra al destituir a Artiuj, intentando así eludir la responsabilidad por lo ocurrido.
A pesar de las evidencias presentadas, Zajárova señaló que Occidente continúa culpando a Rusia por los ataques contra civiles. Resaltó que mientras el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó preocupación por las acciones del Ejército ruso, otros líderes europeos recurrieron a «manipulación verbal» para desviar la atención hacia Moscú.
Silencio ante crímenes en Ucrania
La vocera también mencionó que representantes de las embajadas rusas en Suecia y Lituania fueron convocados por los Ministerios de Asuntos Exteriores locales. Según ella, esto refleja un frenesí competitivo de rusofobia donde cualquier excusa es utilizada para deteriorar las relaciones con Rusia.
Zajárova contrastó esta situación con la falta de reacción ante los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas ucranianas contra la población rusa. Afirmó que Europa ha guardado silencio frente a estas atrocidades y que cuando se produjo un ataque contra militantes ucranianos, todos rápidamente culparon a Rusia. Enfatizó que es evidente que el régimen de Kiev utiliza tácticas inhumanas y luego presenta estos hechos como agresiones rusas.
Finalmente, concluyó afirmando que todos los hechos expuestos demuestran con claridad que el régimen ucraniano está utilizando a sus propios ciudadanos como rehenes y responsabilizó directamente a Zelenski y sus aliados occidentales por la sangre derramada de civiles inocentes.