A pesar de las promesas políticas anteriores para limitar la censura respaldada por el gobierno, varios proyectos financiados por la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) han continuado operando bajo nuevos nombres y con misiones ampliadas. Estos programas, ahora alojados en instituciones y organizaciones sin fines de lucro de tendencia progresista, originalmente se diseñaron para convencer a los escépticos de las vacunas.
Uno de estos proyectos es Chime In, que recibió un financiamiento de 5 millones de dólares por parte de la NSF. Inicialmente enfocado en persuadir a quienes dudan sobre las vacunas, actualmente promueve también alimentos genéticamente modificados (GMO), la seguridad del uso de bloqueadores solares y desacredita la leche cruda. Utiliza un tablero denominado «anti-misinformación» para guiar a los periodistas en la contrarrestación de puntos de vista disidentes mediante mensajes dirigidos en redes sociales.
Iniciativas cuestionadas
Otro proyecto relevante es el Análisis y Respuesta del Kit para la Confianza (ARTT), que ha desarrollado un chatbot impulsado por inteligencia artificial para influir en el discurso político, especialmente en torno a las vacunas. Este programa tiene vínculos con instituciones globales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y grandes empresas tecnológicas como Google y Meta. Actualmente opera bajo el nombre Discourse Labs, cuyo consejo directivo incluye a figuras asociadas con causas progresistas.
El sistema EVT, diseñado como una respuesta rápida para periodistas, fue adoptado por el grupo activista Right To Be, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la independencia mediática. Los coordinadores del programa están capacitados en defensa progresista, lo que podría influir en el contenido periodístico.
Críticas y preocupaciones
Los críticos advierten que estos programas, aunque afirman combatir la desinformación, corren el riesgo de manipular la opinión pública y silenciar voces disidentes. La influencia corporativa y el sesgo ideológico amenazan el debate abierto y desafían los principios democráticos de libre expresión.
A pesar de los compromisos iniciales de la administración Trump para reducir la censura financiada por el gobierno, varios proyectos apoyados por contribuyentes siguen funcionando bajo nuevas denominaciones. Esto genera inquietudes sobre cómo se manipula la opinión pública y se suprimen voces divergentes. Estas iniciativas han sido incubadas inicialmente por la NSF a través de su programa Convergence Accelerator.
Chime In: De persuadir escépticos a abogar por GMO
Chime In, anteriormente conocido como Course Correct, fue establecido en 2022 en la Universidad de Wisconsin-Madison con un subsidio de 5 millones de dólares. Su objetivo original era persuadir a quienes dudan sobre las vacunas; sin embargo, su alcance se ha expandido hacia la promoción de alimentos genéticamente modificados y otros temas relacionados con salud pública. El programa utiliza un tablero «anti-misinformación» para ayudar a los periodistas a identificar redes percibidas como generadoras de desinformación.
De acuerdo con la descripción del subsidio otorgado por la NSF, Chime In busca «escalar Course Correct en salas de redacción locales, nacionales e internacionales», desarrollando mensajes que reduzcan el flujo de desinformación. La herramienta permite crear «experimentos» comunicativos dirigidos a grupos específicos en plataformas como X (anteriormente Twitter), Facebook e Instagram.
ARTT: Un enfoque impulsado por IA
El ARTT recibió casi 750 mil dólares en 2021 y otros 5 millones para desarrollar intervenciones destinadas a generar confianza y abordar la hesitación vacunal. Este proyecto ha colaborado con diversas organizaciones influyentes e incluye asesoramiento del Programa Mundial sobre Seguridad Vacunal.
A medida que ARTT avanza hacia su propia organización sin fines de lucro llamada Discourse Labs, continúa desarrollando herramientas que pueden influir en las conversaciones sociales. Sin embargo, esto ha generado preocupaciones sobre posibles sesgos debido a las conexiones del consejo directivo con organizaciones progresistas.
Efectos sobre la independencia periodística
Expert Voices Together (EVT) es un sistema diseñado para proporcionar apoyo rápido a periodistas e investigadores mediante coordinadores capacitados. Este proyecto ha sido adoptado por Right To Be, conocido por su formación en temas radicales relacionados con intervenciones LGBTQIA+.
La adopción del EVT por parte de este grupo ha levantado alarmas respecto al compromiso con la independencia periodística, ya que los coordinadores podrían influir significativamente en el contenido informativo.
Implicaciones más amplias
La persistencia de estos proyectos financiados por el gobierno dentro de instituciones progresistas revela una tensión continua entre iniciativas públicas relacionadas con salud y la protección del libre discurso. A medida que estas iniciativas continúan operando, representan un desafío considerable para los principios del debate abierto y el intercambio libre de ideas esenciales para una democracia saludable.
Conclusión
La operación continua de estos proyectos subraya la necesidad urgente de mayor transparencia y responsabilidad sobre cómo se utilizan los fondos públicos para moldear opiniones públicas. Es fundamental que responsables políticos, periodistas y ciudadanos mantengan una vigilancia activa para asegurar que las herramientas diseñadas contra la desinformación no se conviertan en instrumentos de censura o sesgo ideológico. La búsqueda del equilibrio entre proteger la salud pública y preservar la libertad de expresión sigue siendo un reto delicado y constante.
La noticia en cifras
Descripción |
Cifra |
Fondos otorgados a Chime In por NSF |
$5,000,000 |
Fondos otorgados a ARTT por NSF (2021) |
$750,000 |
Fondos adicionales otorgados a ARTT por NSF |
$5,000,000 |
Fondos otorgados a EVT por NSF (2021) |
$750,000 |
Fondos otorgados a EVT por NSF (2022) |
$5,000,000 |