Científicos vinculados al Foro Económico Mundial (WEF) han propuesto una inquietante iniciativa: el cultivo de cuerpos humanos en úteros artificiales con el propósito de utilizarlos como 'carne' y herramientas experimentales. Esta visión radical, que mezcla la ciencia ficción con la realidad, busca crear 'cuerpoides' desprovistos de alma para fines médicos y más allá.
Encabezado por los investigadores Carsten T. Charlesworth, Henry T. Greely y Hiromitsu Nakauchi, el plan fue presentado en la revista MIT Technology Review, donde se esboza un futuro en el que estas entidades cultivadas en laboratorio podrían transformar la medicina. Diseñados para soportar un dolor constante, estos cuerpoides funcionarían como bancos de pruebas vivientes para nuevos medicamentos y como incubadoras para órganos humanos trasplantables, lo que suscita tanto interés como inquietud.
Un enfoque controvertido
Los científicos sostienen que su creación similar a Frankenstein podría abordar desafíos médicos urgentes, desde la escasez de órganos hasta ensayos clínicos arriesgados. Sin embargo, la idea de cosechar estas formas inquietantes, que podrían ser consideradas incluso como un recurso denominado 'carne', ha desencadenado un intenso debate sobre los límites éticos de la bioingeniería.
Según los informes, el plan se haría realidad mediante el uso de células madre pluripotentes, uno de los tipos celulares más tempranos formados durante el desarrollo humano. Estas células madre ya han sido empleadas para cultivar materia orgánica y, recientemente, han permitido crear una estructura que se asemeja a un embrión humano.
Ética y posibilidades futuras
Los investigadores esperan cultivar fetos completamente fuera del cuerpo en úteros artificiales, los cuales ya están siendo probados en laboratorios. Planean utilizar “técnicas genéticas” para limitar la producción cerebral y asegurar que el cuerpo carezca de conciencia.
Una vez desarrollados, estos cuerpos “podrían resolver muchos problemas éticos en la medicina moderna, ofreciendo formas de evitar el dolor y sufrimiento innecesarios”, afirmaron los científicos. Uno de esos problemas es la obtención de “carne ética”, proporcionando una alternativa a cómo actualmente se utilizan animales no humanos para investigación y alimentación sin causarles sufrimiento o conciencia.
Desafíos actuales en medicina
A pesar de las promesas que esta tecnología podría ofrecer, los investigadores reconocen que su propuesta plantea innumerables preguntas éticas. Señalan que los investigadores médicos han dependido principalmente de animales para sus pruebas, lo cual no siempre resulta transferible a tratamientos humanos. Además, este tipo de pruebas puede implicar tortura para seres sintientes capaces de sentir dolor.
Actualmente hay más de 100,000 estadounidenses esperando un trasplante sólido, y esta crisis no parece tener fin. Los estudiantes de medicina también dependen de personas que optan por donar sus cuerpos a la ciencia para recibir formación necesaria durante su educación.
Una llamada a la acción
Al finalizar su ensayo inusual, los científicos hacen un llamado urgente para comenzar las pruebas en roedores lo antes posible. Argumentan que “hasta hace poco tiempo, la idea de crear algo como un cuerpoide habría sido relegada a los ámbitos de la ciencia ficción y la especulación filosófica”. Sin embargo, ahora consideran que es al menos plausible –y posiblemente revolucionario– explorar esta posibilidad.