El Tribunal Supremo de Carolina del Norte ha emitido un fallo significativo que permite a una madre y su hijo demandar a la junta escolar local y a una organización médica por la administración de una vacuna contra el COVID-19 al adolescente sin el consentimiento parental. Este caso, que involucra a Emily Happel y su hijo de 14 años, Tanner Smith, se remonta a 2021, cuando se llevó a cabo la vacunación sin la autorización requerida.
En su decisión, el tribunal limitó la inmunidad otorgada por la Ley de Preparación y Emergencia Pública (PREP Act), señalando que esta legislación no protege a los demandados de reclamaciones constitucionales, sino únicamente de demandas típicas por daños o lesiones. La mayoría de los jueces enfatizó la importancia de los derechos parentales y la autonomía corporal, rechazando los argumentos que sostenían que la PREP Act permitía violaciones de derechos constitucionales fundamentales.
Decisión Dividida en el Tribunal
Es importante destacar que el fallo no fue unánime; algunos jueces disidentes argumentaron que la inmunidad prevista en la PREP Act debería aplicarse ampliamente, incluso a las reclamaciones constitucionales, salvo en casos de "conducta intencional" que cause muerte o lesiones graves. Este aspecto del fallo ha generado un debate sobre el equilibrio entre la salud pública y los derechos individuales.
La abogada Steven Walker, quien representa a Happel y su hijo, expresó su satisfacción con el veredicto. En comunicación con medios locales, destacó: “Estamos muy complacidos con la decisión del tribunal. Aunque nos hubiera gustado ver reinstaurada también la acusación por agresión, consideramos que el fallo fue favorable en términos generales.” Walker subrayó además que este caso es crucial para reafirmar los derechos parentales en decisiones médicas bajo la constitución de Carolina del Norte.
Implicaciones del Fallo
El abogado también hizo hincapié en que la PREP Act tiene como objetivo proporcionar protecciones de inmunidad en situaciones donde puede ser difícil evaluar la seguridad de un contramedida durante una crisis. Sin embargo, aclaró que no se diseñó para permitir al gobierno infringir los derechos constitucionales claros de sus ciudadanos.
Este fallo podría sentar un precedente importante para futuros casos relacionados con la vacunación y los derechos parentales en Estados Unidos. La atención mediática sobre este tema resalta las preocupaciones crecientes sobre las políticas de salud pública y su impacto en las libertades individuales.