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Nueva evidencia sugiere que un exjefe de la CIA pudo haber orquestado el asesinato de JFK

Nueva evidencia sugiere que un exjefe de la CIA pudo haber orquestado el asesinato de JFK

viernes 28 de marzo de 2025, 00:56h

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Nuevas evidencias sugieren que el asesinato de JFK podría haber sido orquestado por James Angleton, exjefe de contrainteligencia de la CIA. Su ausencia en archivos desclasificados alimenta teorías de encubrimiento. Se alega que JFK chocó con el primer ministro israelí David Ben-Gurion sobre inspecciones nucleares y se negó a compartir tecnología nuclear, lo que habría motivado su asesinato. Angleton, un ferviente anticomunista, consideraba a Kennedy un traidor por su diplomacia con la URSS. La reciente liberación de documentos ha reavivado el debate sobre la implicación de la CIA en este evento histórico. La lucha por la transparencia continúa mientras persisten las dudas sobre los verdaderos responsables detrás del crimen.

La muerte del presidente John F. Kennedy continúa siendo uno de los eventos más analizados en la historia de Estados Unidos. A más de seis décadas de su asesinato en Dallas, el 22 de noviembre de 1963, documentos recientemente desclasificados y afirmaciones impactantes provenientes de fuentes del ámbito de inteligencia sugieren que la narrativa oficial sobre un tirador solitario podría ser una fachada cuidadosamente construida.

Un informe exclusivo de State of the Nation (SOTN) revela que el exdirector de la CIA, Allen Dulles, eligió a James Jesus Angleton, conocido por su papel como jefe de contrainteligencia, como el “arquitecto del asesinato de JFK”. Sin embargo, a pesar de la reciente desclasificación de archivos relacionados con Kennedy, el nombre de Angleton brilla por su ausencia, lo que plantea preguntas urgentes sobre lo que el gobierno aún podría estar ocultando.

La conexión israelí: ¿Por qué JFK debía ser eliminado?

Según el informe de SOTN, se alega que el liderazgo israelí —en particular, el entonces primer ministro David Ben-Gurion— ordenó el asesinato de Kennedy después de que este se negara a compartir tecnología nuclear con Tel Aviv. Además, Kennedy había amenazado con aislar a Israel si no permitía la entrada de inspectores internacionales en su instalación nuclear en Dimona, una exigencia que enfureció tanto a Ben-Gurion que lo llevó a renunciar.

Para agravar la situación, el fiscal general Robert F. Kennedy estaba presionando para que AIPAC (el Comité de Asuntos Públicos Americanos-Israelíes) se registrara como agente extranjero, lo cual habría expuesto la magnitud de la influencia israelí en la política estadounidense.

“Los sionistas aquí o allá nunca aceptarían eso”, afirma el informe, “ya que AIPAC fue creado específicamente para convertir al Gobierno Federal estadounidense en un ZOG (Gobierno Ocupado Sionista)”.

Angleton: El guerrero frío que traicionó a su propio presidente

James Angleton no era un espía común. Educado en Yale y formado bajo la tutela del espionaje británico, se convirtió en el principal experto en espionaje soviético dentro de la CIA. Sin embargo, su paranoia y fanatismo anticomunista lo llevaron a considerar a Kennedy como un traidor.

Las negociaciones secretas entre Kennedy y el premier soviético Nikita Jrushchov —que ignoraban a la CIA— convencieron a Angleton de que el presidente era un simpatizante comunista y, por ende, prescindible. Se sostiene que Angleton difamó activamente a JFK en Dallas antes del asesinato, distribuyendo volantes que lo retrataban como blando ante el comunismo.

Trump revive el debate sobre las conspiraciones

La publicación de nuevos archivos sobre JFK ha reavivado el escepticismo público respecto a la narrativa oficial. En una reciente entrevista con Clay Travis para OutKick, el presidente Donald Trump expresó dudas sobre la teoría del tirador solitario.

“Yo creo [que Oswald mató a JFK], y siempre he pensado eso; pero claro, ¿recibió ayuda? Nadie puede decirlo”, comentó Trump.

Las declaraciones del expresidente reflejan los sentimientos de millones de estadounidenses que desconfían de las conclusiones presentadas por la Comisión Warren. Aunque Trump describió los documentos recién publicados como “algo poco espectacular”, estos contienen detalles intrigantes, incluyendo afirmaciones provenientes de un informante de la CIA sobre una facción dentro de la agencia que habría orquestado el asesinato.

El encubrimiento persiste

Kennedy fue asesinado en Dallas en noviembre de 1963. La policía arrestó a Oswald, quien fue asesinado dos días después por Jack Ruby frente a cámaras televisivas durante su traslado por parte de las autoridades. Seis décadas después, la verdad sobre el asesinato sigue sepultada bajo capas de secreto gubernamental. La ausencia del nombre de Angleton en los documentos recientemente divulgados es reveladora: ¿por qué proteger a un hombre fallecido en 1987 si su papel no fue más oscuro del admitido?

Para muchos conservadores, este asunto trasciende la historia; se trata también de exigir responsabilidad. Si la comunidad de inteligencia estadounidense pudo conspirar para asesinar a un presidente en funciones, ¿qué más podrían ser capaces?

La lucha por una transparencia total no ha terminado. Y tal como insinuó Trump, la verdadera historia del 22 de noviembre de 1963 podría aún estar esperando ser revelada.

Fuentes incluyen:

StateoftheNation.info

TheEpochTimes.com

SAN.com

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