La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó este lunes que Francia debería sentirse agradecida a Estados Unidos por el hecho de que su población no hable alemán. Esta declaración se produjo en el contexto de una conversación sobre la propuesta de devolver la Estatua de la Libertad a Francia.
Leavitt aconsejó a un político francés anónimo, al que describió como de bajo nivel, que recordara que es gracias a Estados Unidos que los franceses no hablan alemán en la actualidad. Además, subrayó que el expresidente Donald Trump no tiene intención de devolver la estatua al país europeo.
Comentario sobre la historia compartida
En sus declaraciones, la portavoz hizo referencia al papel crucial de Washington en la liberación de Francia del fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. Este comentario surge en medio de un debate más amplio sobre los valores y símbolos representados por la emblemática estatua.
Por su parte, el eurodiputado francés Raphael Glucksmann había manifestado previamente que Estados Unidos ya no encarna los valores por los cuales se le obsequió la estatua. En sus palabras: “Vamos a decirles a los estadounidenses, que han elegido ponerse del lado de los tiranos […] que están despidiendo investigadores por defender la libertad científica: devuélvannos la estatua de la Libertad.”
Un llamado a reconsiderar el legado
Glucksmann también expresó su descontento con lo que considera un desprecio hacia el regalo histórico realizado por Francia en 1886. “Aquí estará bien con nosotros. Estamos hartos de tener una pequeña; queremos la grande”, enfatizó, refiriéndose a una copia de la famosa estatua ubicada en una isla del río Sena.
Este intercambio entre funcionarios estadounidenses y europeos pone de manifiesto las tensiones actuales en las relaciones internacionales y cómo los símbolos históricos pueden ser interpretados y recontextualizados en tiempos contemporáneos.
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