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USAID Staff Directed to Destroy Documents Amid Corruption Allegations

USAID Staff Directed to Destroy Documents Amid Corruption Allegations

martes 18 de marzo de 2025, 13:26h

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USAID enfrenta una grave crisis de integridad tras la orden de sus altos funcionarios de destruir documentos sensibles en un intento por ocultar evidencia relacionada con acusaciones de corrupción, lavado de dinero y campañas de propaganda. Este acto, realizado en medio de despidos masivos y críticas por parte del Departamento de Eficiencia del Gobierno de Elon Musk (DOGE), ha generado indignación y cuestionamientos sobre la transparencia de la agencia. La destrucción masiva de documentos, que incluyó instrucciones para triturar y quemar materiales clasificados, se produce en un contexto donde USAID es acusada de ser una "organización criminal". La situación plantea serias dudas sobre lo que se intenta ocultar y quién se beneficia de esta purga documental.

En un giro sorprendente que evoca desesperación y corrupción, altos funcionarios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) han ordenado a su personal destruir documentos sensibles en masa. Esta decisión, tomada el pasado martes, ha generado indignación y plantea serias interrogantes sobre la integridad de la agencia en relación con la ocultación de pruebas clave que vinculan a la administración anterior con actividades ilícitas como el lavado de dinero y campañas de propaganda.

La directiva fue emitida por correo electrónico por la directora ejecutiva interina Erica Carr, quien instruyó a los empleados a triturar y quemar materiales clasificados, incluyendo archivos del personal y documentos almacenados en cajas fuertes. Este inusual acto de purga se produce en medio de despidos masivos, una congelación casi total de la asistencia global estadounidense y acusaciones provenientes del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, que califican a USAID como una “organización criminal”.

Un esfuerzo coordinado para eliminar evidencia

De acuerdo con un correo electrónico obtenido por Politico, se solicitó al personal de USAID presentarse en el Edificio Ronald Reagan para participar en un evento de destrucción documental que duraría todo el día. En dicho mensaje, Carr proporcionó instrucciones detalladas sobre cómo proceder:

• Triturar tantos documentos como sea posible antes de recurrir a las bolsas para quemar.

• Etiquetar las bolsas para quemar con “SECRETO” y “USAID/B/IO” utilizando un marcador oscuro.

• No llenar en exceso las bolsas para quemar y asegurarse de que estén debidamente grapadas en la parte superior.

A pesar de que el correo no explicaba las razones detrás de esta destrucción masiva, su cronología coincide con los despidos continuos dentro de la agencia y los intentos de desmantelamiento promovidos por la administración Trump. Un ex-empleado de USAID, quien pidió permanecer en el anonimato, expresó su incredulidad: “Nunca he visto algo así—en masa. Todos aquellos con una caja fuerte deben mantenerla actualizada y destruir documentos cuando ya no necesitan ser almacenados. A veces seguridad revisa tu caja fuerte y te indica si debes limpiar material antiguo.”

La intervención del DOGE revela corrupción en USAID

La purga documental ocurre tras un intento controvertido del DOGE por acceder a los sistemas seguros de USAID, incluyendo archivos del personal e información clasificada. Según NBC News, empleados del DOGE, algunos sin las autorizaciones necesarias, intentaron ingresar a sistemas sensibles, lo que llevó al director de seguridad de USAID, John Voorhees, y su adjunto, Brian McGill, a bloquear su acceso.

Cuando Voorhees y McGill se negaron a permitir el ingreso, se reporta que los empleados del DOGE amenazaron con llamar a los alguaciles estadounidenses. La confrontación terminó con el DOGE logrando acceso a los sistemas; sin embargo, permanece incierto qué información pudieron obtener. Musk ha manifestado abiertamente su deseo de que USAID “muera”, acusando a la agencia de ser una “organización criminal”.

Un legado manchado por corrupción y propaganda

USAID fue establecida en 1961 como un pilar fundamental de la política exterior estadounidense, gestionando un presupuesto anual cercano a los 40 mil millones de dólares y empleando a más de 10 mil personas alrededor del mundo. Sin embargo, críticos han señalado que la agencia ha sido utilizada como vehículo para favorecer intereses políticos y corporativos bajo el disfraz de ayuda humanitaria. El desmantelamiento actual impulsado por la administración Trump junto con las tácticas agresivas del DOGE han reavivado estas críticas mientras generan nuevas preocupaciones sobre transparencia y responsabilidad.

Los demócratas han condenado las acciones administrativas; la senadora Jeanne Shaheen (D-N.H.) calificó los informes sobre accesos no autorizados a sistemas clasificados como “increíblemente serios e inéditos”. Mientras tanto, expertos legales argumentan que colocar a USAID bajo la autoridad del Departamento de Estado violaría leyes federales complicando aún más el futuro de la agencia. No obstante, funcionarios federales han reiterado que el DOGE no ha accedido a material clasificado sin las debidas autorizaciones.

A medida que las trituradoras funcionan y las bolsas para quemar se llenan, queda claro que el desmantelamiento de USAID no es simplemente una cuestión de eficiencia o recortes presupuestarios; es una lucha por poder y control así como la eliminación histórica. Al final, aunque la verdad pueda quedar sepultada entre cenizas, el olor a corrupción persistirá durante años.

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