La administración de Donald Trump está ejerciendo presión sobre Ucrania para que considere concesiones territoriales y se prepare para elecciones como condiciones para la reanudación de la ayuda militar y el intercambio de inteligencia por parte de Estados Unidos. Funcionarios estadounidenses instan a Ucrania a tomar decisiones «difíciles», que incluyen la cesión de territorios ocupados por Rusia, con el fin de alcanzar la paz en medio de un estancamiento costoso.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, enfrenta críticas por haber cancelado las elecciones bajo la ley marcial, siendo calificado por Trump como un «dictador» mientras se promueven reformas electorales. La administración estadounidense exige avances tangibles en las negociaciones de paz, incluyendo compromisos territoriales, como requisito previo para reiniciar la ayuda, más allá de un acuerdo firmado sobre minerales.
Desafíos en el frente militar
Las dificultades del ejército ucraniano continúan, con una interrupción en el intercambio de inteligencia estadounidense debilitando su posición, mientras que Rusia sigue avanzando en regiones clave. Las demandas reveladas en un reciente informe de NBC surgen en un momento en que funcionarios estadounidenses y ucranianos se reúnen en Arabia Saudita para discutir una posible salida al conflicto que ya lleva casi tres años.
El secretario de Estado Marco Rubio ha enfatizado que Ucrania debe estar dispuesta a tomar decisiones difíciles, incluyendo la cesión de tierras ocupadas por Rusia desde 2014, para lograr la paz. Este impulso hacia elecciones y compromisos territoriales refleja la creciente frustración en Washington respecto a la dependencia de Ucrania del apoyo estadounidense en lo que muchos consideran una guerra imposible de ganar.
Un liderazgo cuestionado
La gestión de Zelensky ha sido objeto de escrutinio dado que su mandato técnico expiró en mayo de 2024. Aunque el parlamento ucraniano ha sostenido la constitucionalidad de su mandato durante la guerra, críticos como el expresidente Trump lo han calificado como un «dictador» por cancelar elecciones bajo la ley marcial. Trump ha insistido en que Zelensky debe demostrar disposición para celebrar elecciones e incluso considerar renunciar como parte de esfuerzos más amplios hacia la paz.
Zelensky enfrenta una situación complicada: los posibles compromisos territoriales incluirían renunciar a reclamaciones sobre regiones anexadas por Rusia desde 2014, entre ellas Crimea, un bastión estratégico para Moscú. Aunque tal movimiento podría ser políticamente explosivo para Zelensky, funcionarios estadounidenses argumentan que podría ser el único camino realista hacia el cese del derramamiento de sangre.
Ayuda estadounidense condicionada a concesiones
La administración Trump ha dejado claro que un acuerdo firmado sobre minerales no es suficiente para reiniciar la ayuda y el intercambio de inteligencia. En cambio, Washington exige avances concretos hacia las negociaciones de paz, incluyendo la apertura de Zelensky a compromisos territoriales y reformas electorales.
Brian Hughes, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, afirmó: “Los ucranianos han mostrado movimientos positivos. Con reuniones programadas en Arabia Saudita esta semana, esperamos escuchar más avances positivos que esperemos terminen finalmente con esta brutal guerra y derramamiento.” Sin embargo, el Kremlin ha negado informes sobre próximas conversaciones entre Estados Unidos y Rusia en Arabia Saudita, lo que genera dudas sobre las posibilidades inmediatas de un avance significativo.
Un conflicto prolongado sin solución a la vista
A pesar de miles millones en ayuda occidental, las perspectivas militares para Ucrania siguen siendo sombrías. Los analistas coinciden ampliamente en que es poco probable que Kiev recupere los territorios anexados y que la guerra se ha convertido en un estancamiento costoso. La pausa en el intercambio de inteligencia estadounidense ha debilitado aún más la posición ucraniana, dejándola vulnerable ante los avances rusos.
“Cada día perjudica a Ucrania y cada día le otorga a Rusia una posición más favorable”, declaró un funcionario occidental a NBC News. Mientras Estados Unidos continúa proporcionando inteligencia defensiva para ayudar a Ucrania a repeler ataques, ha detenido el intercambio de información sobre objetivos específicos, limitando así la capacidad de Kiev para atacar posiciones rusas. Los aliados europeos intentan llenar este vacío; sin embargo, la falta del apoyo estadounidense está teniendo consecuencias significativas.
A medida que el conflicto se prolonga, las demandas de la administración Trump sobre elecciones y concesiones territoriales destacan la creciente división entre Washington y Kiev. Mientras Ucrania sigue comprometida con defender su soberanía, las realidades sobre el terreno sugieren que un acuerdo negociado podría ser la única opción viable. Para Zelensky, avanzar requerirá equilibrar presiones políticas internas con las duras realidades de un conflicto que no muestra signos claros de finalizar.