El gobierno británico ha prometido convertir al Reino Unido en "el país más censurado del mundo" con el objetivo de erradicar el aumento del extremismo de derecha en Occidente.
Según informes, los ministros británicos sostienen que la controvertida Ley de Seguridad en Línea no es suficiente para censurar a los ciudadanos comunes y debe ser reforzada tras la victoria electoral de Donald Trump.
Nuevas medidas y reacciones
El Ministro de Estado para la Protección de Datos, Telecomunicaciones, Industrias Creativas, Artes y Turismo, Chris Bryant, ha manifestado que no duda de que esta legislación será solo el inicio. “Me sorprendería si no hubiera más legislación en este ámbito en los próximos dos o tres años”, afirmó Bryant.
Este tipo de declaraciones por parte de funcionarios del Reino Unido pueden interpretarse como un intento de establecer una posición negociadora sólida con la nueva administración estadounidense, que ha mostrado disposición a vincular aranceles comerciales con abusos a la libertad de expresión.
Críticas a la Ley de Seguridad en Línea
A pesar de las promesas del gobierno, algunos políticos han expresado su preocupación sobre cómo se están abordando los problemas actuales. La diputada liberal demócrata Caroline Voaden criticó que la Ley de Seguridad en Línea no trata adecuadamente cuestiones como “los mitos del cuerpo perfecto”.
Estas críticas sugieren que, en lugar de enfrentar los desafíos reales que plantea la ley, las autoridades parecen estar amenazando con hacerla aún más restrictiva bajo diversas justificaciones poco sólidas.