La crítica de Marcia Angell a la industria farmacéutica
El libro de Marcia Angell, titulado “La verdad sobre las compañías farmacéuticas: cómo nos engañan y qué hacer al respecto”, revela la transformación de la industria farmacéutica en un sector altamente rentable que, en muchas ocasiones, prioriza las ganancias sobre la salud pública. Este cambio significativo se produjo en gran parte debido a la aprobación de la Ley Bayh-Dole en 1980, que permitió a las empresas farmacéuticas patentar y obtener beneficios económicos de investigaciones financiadas con fondos públicos.
Dicha legislación creó un sistema donde el público asume los costos de investigación, mientras que las compañías disfrutan de los beneficios financieros. Un ejemplo claro es el caso del medicamento contra el cáncer Taxol, desarrollado con 183 millones de dólares provenientes de impuestos, que generó miles de millones para Bristol-Myers Squibb, mientras que el retorno para el público fue apenas de 35 millones en regalías.
Desigualdad en la inversión en investigación
A pesar de las afirmaciones de la industria sobre su enfoque en la investigación y desarrollo (I+D), los datos indican una realidad diferente. Una gran parte del presupuesto farmacéutico se destina a marketing y administración, incluyendo publicidad y salarios ejecutivos. En 1990, el 36 por ciento de los ingresos por ventas se utilizó para estos gastos, más del doble que lo destinado a I+D.
Además, muchos medicamentos considerados “nuevos” son en realidad “me-too”, es decir, versiones casi idénticas a tratamientos existentes. Entre 1998 y 2002, el 77 por ciento de los fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) pertenecían a esta categoría, ofreciendo poco o ningún avance terapéutico sobre alternativas más económicas.
Conflictos en la regulación y sus consecuencias
La FDA ha enfrentado críticas por su laxitud en la aprobación de medicamentos. La Ley de Tarifas para Medicamentos Recetados de 1992 permitió a las empresas pagar tarifas para acelerar las revisiones de sus productos, generando un conflicto de interés que ha llevado a aprobaciones más rápidas y menos rigurosas. Esta situación ha resultado en medicamentos que posteriormente son retirados del mercado debido a preocupaciones sobre su seguridad.
Los altos costos de los medicamentos recetados continúan siendo un problema crítico para los consumidores. Muchos recurren a Canadá, donde los precios son considerablemente más bajos; sin embargo, esta práctica es ilegal y enfrenta una fuerte oposición por parte de la industria.
Un llamado a la acción por reformas necesarias
A pesar de las justificaciones presentadas por las compañías farmacéuticas acerca de que sus altos márgenes de ganancia son necesarios para financiar I+D, los datos sugieren lo contrario: gastan mucho más en marketing que en innovación real. Además, la regulación del precio en otros países no ha obstaculizado su capacidad para desarrollar nuevos fármacos.
Angell concluye que la industria debe decidir entre priorizar sus beneficios o servir efectivamente a la salud pública. Los consumidores y legisladores deben exigir responsabilidad y promover reformas que garanticen medicamentos accesibles y efectivos. La salud y el bienestar financiero del público están en juego; así, su obra se convierte en un llamado urgente hacia un sistema sanitario más equitativo y ético.
Para profundizar más sobre este tema, se puede ver un video relacionado con el libro “La verdad sobre las compañías farmacéuticas: cómo nos engañan y qué hacer al respecto”, donde Angell expone la agenda impulsada por el lucro dentro del sector farmacéutico.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
$183 millones |
Costo del desarrollo del medicamento Taxol, financiado con fondos públicos. |
$35 millones |
Regalías recibidas por el público a partir de las ganancias del medicamento Taxol. |
77% |
Porcentaje de nuevos medicamentos aprobados que son "me-too", sin ventaja terapéutica significativa. |
36% |
Porcentaje de ingresos por ventas destinado a marketing y administración en 1990. |