El expresidente Donald Trump ha declarado que no tiene planes de deportar al príncipe Harry de los Estados Unidos, argumentando que el royal ya enfrenta “suficientes problemas” con su esposa, Meghan Markle.
Trump afirmó que no intervendrá personalmente en la situación migratoria del príncipe británico, a quien describió como un individuo “despertado y desviado”. En sus declaraciones, enfatizó que Harry ya tiene bastante con los desafíos que le presenta su matrimonio.
Cuestionamientos sobre el estatus migratorio
La situación del duque de Sussex ha suscitado interrogantes sobre su estatus migratorio y si recibió un trato preferencial por parte de la administración anterior de Biden, la cual luchó en los tribunales para mantener en secreto su solicitud de visa.
Según Breitbart, el think tank Heritage Foundation, ubicado en Washington D.C., había alegado que el príncipe Harry podría haber mentido en sus formularios migratorios tras la revelación en su autobiografía *Spare*, donde admite haber consumido drogas ilegales como cocaína, hongos y marihuana.
Implicaciones legales y comentarios del expresidente
Aunque el uso previo de drogas no necesariamente impide a un extranjero obtener una visa en Estados Unidos, proporcionar información falsa en una solicitud puede llevar a la separación y a una prohibición para solicitar ciudadanía.
No obstante, Trump aseguró al New York Post que no tomará medidas para expulsar a Harry del país. “No quiero hacer eso”, declaró. “Lo dejaré tranquilo. Tiene suficientes problemas con su esposa. Ella es terrible.”
Además, el expresidente continuó sugiriendo que Harry está siendo controlado por Meghan Markle, afirmando: “Creo que el pobre Harry está siendo llevado de la nariz”.