El representante Mike Cloud (R-TX) y el senador Mike Lee (R-UT) han presentado el proyecto de ley denominado Silencers Help Us Save Hearing (SHUSH), cuyo objetivo es simplificar el proceso de adquisición de supresores y reducir la carga regulatoria existente. Actualmente, obtener un supresor implica un extenso proceso que requiere una gran cantidad de documentación, verificación de antecedentes, huellas dactilares, un impuesto federal de 200 dólares y un periodo de espera que oscila entre los 9 y 12 meses, lo que dificulta su acceso para los ciudadanos respetuosos de la ley.
La legislación busca clasificar a los supresores como accesorios estándar para armas de fuego, eliminar el impuesto de transferencia de 200 dólares, simplificar los procesos de adquisición y prevenir que los estados impongan impuestos o regulaciones adicionales sobre estos dispositivos.
Beneficios del uso de supresores
El proyecto también destaca que los supresores contribuyen a mejorar la seguridad y comodidad para cazadores, tiradores deportivos y francotiradores al reducir el ruido del disparo, el retroceso y la explosión del cañón. Además, se abordan las ideas erróneas comunes sobre su funcionamiento. AWR Hawkins argumenta que la aprobación del Hearing Protection Act no solo protegería la audición de quienes utilizan armas, sino que también ayudaría a disminuir el ruido ambiental, favoreciendo un entorno más tranquilo para la caza y el tiro recreativo.
Cloud y Lee han enfatizado en un comunicado conjunto que los supresores son accesorios diseñados para mejorar la seguridad y comodidad en actividades relacionadas con las armas. «Estos dispositivos reducen el ruido del disparo, disminuyen el retroceso y minimizan la explosión del cañón. A pesar de las creencias erróneas, los supresores no hacen que las armas sean silenciosas», afirmaron.
Propuestas para una regulación más accesible
Si se aprueba, el SHUSH Act derogaría el impuesto NFA sobre los supresores, agilizando así el proceso para adquirir estos dispositivos y evitando que los estados impongan cargas adicionales en forma de impuestos o regulaciones. En noviembre de 2024, AWR Hawkins escribió en Breitbart News que los supresores pueden también contribuir a reducir el ruido ambiental y propuso la aprobación del Hearing Protection Act.
Dicha legislación pretende simplificar aún más la obtención de supresores al sacarlos del ámbito de aplicación del NFA. En este momento, adquirir un supresor es un proceso complicado y costoso que requiere pagar un impuesto federal de 200 dólares, realizar verificaciones exhaustivas de antecedentes e inscribirse ante el ATF.
Un llamado a la acción
Tanto Cloud como Lee coinciden en que los supresores no son los dispositivos silenciosos retratados en películas o series; están diseñados para mitigar el fuerte ruido asociado con un disparo. Esta característica resulta crucial para cazadores y tiradores recreativos, quienes pueden disfrutar sus pasatiempos sin poner en riesgo su salud auditiva.
Además de disminuir el retroceso y minimizar la explosión del cañón, los supresores ayudan a reducir el ruido generado por humanos en el entorno natural, contribuyendo así a un ambiente más tranquilo. Hawkins concluyó: «Es hora de aprobar una Ley de Protección Auditiva para facilitar la adquisición de supresores y proteger tanto la audición del cazador como preservar la ambientación natural donde se desarrolla esta actividad».
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