Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial (WEF), ha señalado que la “desinformación” representa un desafío crítico para las élites globales. Durante su intervención en el evento de este año en Davos, Schwab enfatizó la necesidad de que los líderes mundiales asuman el control de los desafíos globales bajo la premisa de “mejorar el estado del mundo”.
Un informe publicado antes de la reunión destacó la “desinformación y desinformación” como parte de los principales retos y riesgos críticos a nivel mundial. En este contexto, Schwab reiteró su mensaje ante una audiencia compuesta por influyentes miembros de diversas esferas, incluyendo política, medios de comunicación y negocios.
Un llamado a la acción
El fundador del WEF instó a los asistentes a desarrollar “pasos prácticos” para abordar lo que considera “desafíos reales y críticos”. En su discurso, advirtió sobre cómo las innovaciones tecnológicas, incluida la inteligencia artificial, están introduciendo lo que el WEF denomina “la era inteligente”, pero también plantean “riesgos sin precedentes para la humanidad”.
Schwab parece buscar apoyo para el concepto central del evento: la “colaboración”. Este enfoque está diseñado para enfrentar los desafíos críticos desde una perspectiva globalista. En su discurso, se dirigió a 3,000 personas que identificó como tomadores de decisiones y subrayó la importancia del compromiso y participación de todos los actores de la sociedad global.
Riesgos y responsabilidades
La retórica utilizada por Schwab en ocasiones resulta extraordinariamente ambiciosa; sugirió que aquellos presentes en Davos deben unirse en torno a una “misión común” destinada a mejorar el estado del mundo. No solo se espera que enfrenten los desafíos presentados, que según él han provocado una “erosión de la esperanza y confianza”, sino que también deben actuar proactivamente para controlar cómo se desarrolla el futuro.
A pesar de crear un sentido de urgencia y alentar a las élites sobre su influencia en el futuro colectivo, Schwab no proporcionó detalles específicos sobre cómo abordar estos riesgos primordiales, como la desinformación. Sin embargo, es probable que este tema resurja durante los numerosos paneles programados por el WEF.