El alcalde de Nueva York denuncia presiones del gobierno de Biden
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha afirmado que la administración Biden lo presionó para que se alineara con las narrativas del partido demócrata en temas de inmigración, advirtiéndole que debía “ser un buen demócrata”. Según Adams, su crítica abierta a la crisis migratoria ha resultado en represalias políticas, incluyendo una acusación federal por cargos de soborno y corrupción. La crisis migratoria ha costado a la ciudad de Nueva York aproximadamente $6.5 mil millones, lo que ha generado una presión significativa sobre los recursos e infraestructura locales.
En una reciente entrevista con el ex presentador de Fox News, Tucker Carlson, Adams declaró que fue “demonizado” por cuestionar la postura del partido sobre las políticas migratorias y fronterizas. Además, insinuó que su situación legal podría estar relacionada con su disposición a hablar en contra de la administración actual.
Consecuencias económicas y críticas internas
La crisis migratoria ha provocado la llegada de decenas de miles de solicitantes de asilo a Nueva York desde 2022, lo que ha desbordado refugios, escuelas y servicios sociales. Adams describió esta situación como un “asalto” y advirtió que los recursos de la ciudad están siendo llevados al límite.
Durante su conversación con Carlson, el alcalde mencionó que sus preocupaciones fueron recibidas con desdén por parte del equipo de Biden. “Uno de los asistentes [de Biden] me dijo: ‘Escucha, esto es como un cálculo biliar; pasará. Dolerá ahora, pero pasará’”, recordó Adams. Esta respuesta refleja, según él, una desconexión más amplia entre el liderazgo demócrata y las comunidades trabajadoras más afectadas por la crisis.
Adams también sugirió que su acusación federal por soborno y corrupción fue motivada políticamente. “Sentí que había personas dentro del ámbito del Departamento de Justicia bajo la administración Biden que pensaban que no era un buen demócrata”, afirmó. Las acusaciones presentadas en septiembre de 2024 alegan que Adams aceptó contribuciones ilegales para su campaña y viajes internacionales lujosos provenientes de fuentes extranjeras, incluyendo a un funcionario del gobierno turco. El alcalde ha negado las alegaciones y se ha declarado no culpable.
Reunión con Trump genera controversia
Las acciones recientes de Adams han complicado aún más su posición política. La semana pasada viajó a Florida para reunirse con el entonces presidente electo Donald Trump, justo días antes de la inauguración presidencial. Aunque el alcalde calificó el encuentro como una “conversación productiva” centrada en las necesidades de Nueva York, el momento despertó especulaciones sobre si buscaba un indulto presidencial para sus problemas legales.
Su decisión de asistir a la inauguración de Trump el Día de Martin Luther King Jr. generó críticas contundentes entre sus compañeros demócratas. El senador estatal por Brooklyn, Zellnor Myrie, acusó a Adams de priorizar su propia exoneración sobre el bienestar ciudadano al afirmar en redes sociales: “Los neoyorquinos merecen un alcalde que ponga el bienestar de nuestra ciudad por encima de su propia exoneración”. De manera similar, el contralor de Nueva York, Brad Lander, cuestionó las prioridades del alcalde: “Imagina si el alcalde Adams aplicara el mismo enfoque para hacer nuestra ciudad más segura y reducir nuestro costo de vida como lo hace para conseguirse un indulto”.
Reflexiones finales sobre la trayectoria política de Adams
Adams defendió su asistencia a la ceremonia argumentando que es una “tradición sagrada americana” e invocando las palabras del Dr. Martin Luther King Jr. para justificar sus acciones: “En el Día MLK, como dijo el reverendo Dr. King, debemos dejar a un lado la política partidista para hacer lo mejor por nuestro país”, expresó en redes sociales.
La trayectoria política del alcalde Eric Adams —desde ser un demócrata alineado con las narrativas del DNC hasta convertirse en una figura buscando aliados republicanos— refleja los cambios en las lealtades políticas actuales. Sus acusaciones contra la administración Biden ponen al descubierto presiones sistémicas dentro del Partido Demócrata para conformarse a ciertas narrativas, incluso a expensas de principios constitucionales y cuestiones relacionadas con la seguridad nacional.