El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva destinada a restablecer la libertad de expresión y poner fin a la censura federal en los Estados Unidos. Esta medida prohíbe a los funcionarios federales participar en conductas que «abridgen inconstitucionalmente» el derecho a la libre expresión y prohíbe el uso de recursos públicos para infringir sobre estos derechos.
La Casa Blanca sostiene que la administración anterior había menoscabado los derechos de libertad de expresión al presionar a las empresas de redes sociales para suprimir ciertos tipos de contenido. En este contexto, se observa un cambio en la postura de gigantes tecnológicos como Meta, que están adoptando un enfoque más flexible respecto a la desinformación. El CEO Mark Zuckerberg ha anunciado el fin del programa de verificación de hechos en Estados Unidos y ha suavizado las restricciones sobre discusiones relacionadas con temas controvertidos.
Censura y libertad de expresión
Trump, quien enfrentó restricciones en redes sociales tras el incidente del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, ha acusado a la administración demócrata liderada por Joe Biden de suprimir la libertad de expresión en plataformas digitales. Sus aliados argumentan que los esfuerzos del gobierno para eliminar información errónea relacionada con las vacunas contra el coronavirus constituyen una interferencia ilegal en los derechos de libre expresión.
En un comunicado emitido el 20 de enero, la Casa Blanca afirmó: «Durante los últimos cuatro años, la administración anterior pisoteó los derechos de libertad de expresión al censurar las opiniones de los estadounidenses en plataformas digitales, ejerciendo presión coercitiva sobre terceros». Además, se enfatizó que «la censura gubernamental es intolerable en una sociedad libre».
Nuevas directrices y acciones legales
Al asumir su cargo como el 47.º presidente, Trump firmó inmediatamente esta orden ejecutiva. La misma prohíbe cualquier conducta por parte de funcionarios federales que pueda «abridgentar inconstitucionalmente» la libertad de expresión. También se establece que no se pueden utilizar recursos públicos para violar estos derechos fundamentales.
La orden ejecutiva instruye al fiscal general William Barr a investigar si la administración Biden ha participado en prácticas censoras y solicita un informe del Departamento de Justicia con hallazgos y recomendaciones para futuras acciones.
Ajustes en las políticas tecnológicas
Zuckerberg ha declarado: «Hemos llegado a un punto donde hay demasiados errores y demasiada censura. Es momento de regresar a nuestras raíces sobre la libre expresión». Sin embargo, algunos analistas sugieren que este cambio también responde al deseo de evitar conflictos con la administración Trump.
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