Scholz afirma que la libertad de expresión debe limitarse a narrativas pro-globalistas
El Canciller alemán Olaf Scholz ha declarado que la libertad de expresión debe restringirse a los puntos de vista pro-globalistas para poder considerarse realmente libre. Esta afirmación fue realizada durante el 55º Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, generando una fuerte reacción en línea, incluida la crítica del empresario Elon Musk.
En su intervención, Scholz expresó que existe libertad de expresión en Alemania y Europa, pero subrayó que esta no se aplica a posiciones que él considere "extremas" o de extrema derecha. Esta declaración ha sido interpretada como un intento de silenciar opiniones disidentes bajo el pretexto de proteger la democracia.
Reacciones y críticas
La controversia se intensificó cuando Scholz comentó sobre las interacciones previas con Musk, quien había discutido diversos temas relacionados con Europa. En ese contexto, el Canciller afirmó: “Lo que no aceptamos es si esto apoya posiciones de extrema derecha”.
Por su parte, Musk respondió a través de la plataforma X, manifestando su descontento con Scholz al decir: “¡Vergüenza para Oaf Schitz!” Esta respuesta refleja el creciente conflicto entre líderes políticos y figuras influyentes en el ámbito tecnológico.
La situación se complica aún más por las recientes declaraciones del excomisionado de la UE Thierry Breton, quien admitió que la Unión Europea intervino para anular las elecciones en Rumanía con el fin de evitar que el candidato ganador asumiera el poder. Breton advirtió que una situación similar podría ocurrir en Alemania si el partido Alternativa para Alemania (AfD) logra ganar en las próximas elecciones.
Aumento del apoyo al AfD
El AfD parece estar ganando terreno en Alemania, impulsado por el descontento hacia las políticas del gobierno socialista actual, caracterizadas por una agenda pro-inmigración y censura. Según encuestas recientes, este partido podría obtener resultados significativos en los comicios venideros.
Las palabras de Scholz han sido vistas como un ejemplo claro de manipulación política y falta de respeto hacia los principios democráticos fundamentales. La afirmación de apoyar la libertad de expresión mientras se excluyen ciertas opiniones es considerada por muchos como una forma de arrogancia política.