La venta, El Batán y el proyecto que nunca llegó
miércoles 24 de junio de 2015, 13:41h
Una pandemia de lengua azul puso punto y final a la exposición de los toros bravos en la Venta del Batán, en plena Casa de Campo. Los aficionados esperan, cada año, que el Ayuntamiento anuncie la apertura del recinto. Sin embargo, las autoridades municipales no parecen dispuestas a darles esa satisfacción, y en su lugar corren los rumores acerca de oscuras pretensiones inmobiliarias que afectarían, en plena Casa de Campo, a la propia Venta del Batán, al Parque de Atracciones y al mismísimo Zoológico.
Los resultados de las últimas consultas municipales y autonómicas han desviado el tema, y ahora, en manos de la corporación actual el futuro parece más que incierto. ¿Lo sabían los responsables de Madrid Destino? ¿Presumían la caída del Partido Popular? El caso parece que ni calcado. Días antes de comenzar la Feria de San Isidro, mil21.es se interesó por la Venta del Batán, un complejo único, en el que años atrás se exhibían los toros que iban a ser lidiados en las corridas de San Isidro, ofreciendo al aficionado la posibilidad de ver de cerca los magníficos ejemplares por un módico precio de entrada al recinto. Pero, como si de una patata caliente se tratara, los distintos responsables han ido pasándose la bola hasta que esta ha quedado en el tejado. A día de hoy, y desde hace más de un mes, mil21.es aún está esperando un informe que los responsables de Madrid Destino deberían haber entregado acerca del supuesto proyecto que el Ayuntamiento del Partido Popular tenía pensado para la Venta del Batán.
Diez mil metros cuadrados, en plena Casa de Campo, hacen de Madrid la única ciudad en el mundo que dispone de un espacio similar. Un edificio para oficinas, algún dormitorio para los mayorales, y corrales para albergar a los ejemplares de diferentes ganaderías, a los que habría que añadir el bar, alojan hoy a la escuela taurina municipal Marcial Lalanda, con la que el Ayuntamiento de Madrid ha querido dar utilidad, una distinta utilidad, a la Venta del Batán, cuyo nombre evoca, por otra parte, la de aquellas ventas del campo español que hospedaban a mayorales y peones cuando el ganado bravo era conducido a las grandes plazas. El complejo fue creado en 1950 y, durante las aproximadamente cuatro décadas que ha permanecido activo, constituyó uno de los lugares de preferencias de los madrileños y aficionados taurinos. Una epidemia de lengua azul, a mediados de la década de los noventa, sirvió de pretexto para cerrar la Venta del Batán que, durante años, ha sido víctima del abandono, la desidia y la atención.
Pero el aficionado al toro echa de menos la antigua función de la Venta del Batán. Por ese motivo, mil21.es trató de indagar acerca de la posibilidad de que antes o después, la Venta recuperara su verdadera y auténtica función. En la Escuela nos remitieron a la entonces concejal del distrito de Tetuán, Paloma García Romero, presidenta del consorcio creado en 1981 entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. Un miembro de su equipo nos avanzó que no era posible organizar la exposición de toros en el Batán porque el complejo no estaba en condiciones, que existían razones de tipo sanitario que prohibían la presencia del toro bravo en aquellos corrales.
El Batán, como popularmente se conoce, adoptando el nombre del barrio donde está ubicado el complejo, ofrece a Madrid la extraordinaria posibilidad de convertirse en un espacio de exposición y exhibición permanente de un animal semisalvaje como es el toro bravo, y de ser a la vez un centro de interpretación del caballo español, tan ligado al toro de lidia, y a los trabajos relacionados con el ganado de bravo.
Dos días después de nuestro primer contacto con el Ayuntamiento, mil21.es tiene la posibilidad de entrevistar a la entonces concejal del distrito de Tetuán, Paloma García Romero que, sorprendentemente, contradiciendo a la portavoz que nos había hablado días antes, nos indicó que por parte del Ayuntamiento, la Venta estaba en perfecto estado para la exposición del ganado bravo, y nos animó a visitarlo para comprobar el estado de las instalaciones. A nuestra pregunta sobre si Esperanza Aguirre, candidata por el Partido Popular al Ayuntamiento de Madrid, reconocida aficionada a los toros, tenía algún proyecto para el Batán, la ex concejal nos remitió a Madrid Destino, empresa que cuenta con un proyecto específico para el Batán, al que al parecer iban a convertir en un centro de interpretación del toro bravo (¿?).
Tras varias llamadas a Alberto Merchante, la persona indicada para conocer este proyecto, y ante la imposibilidad de hablar directamente con él, sería un miembro de su equipo, Antonio Astorga, quien se pone en contacto con Mil21.es para indicarnos que nos facilitará un informe detallado, que aún no hemos recibido.
Mil21.es establece contacto con Antonio Babiano, jefe de prensa de Taurodelta, la empresa que tiene la concesión de la Plaza de Toros de las Ventas y que es responsable de la Venta del Batán. Babiano nos explica el desacuerdo entre la empresa y el Ayuntamiento sobre el complejo de la Casa de Campo. La empresa pidió al Ayuntamiento la realización de algunas mejoras en las instalaciones, como la reparación de una parte del vallado que está caído, la vigilancia permanente durante los días de exposición, ante la cada vez mayor presencia de anti taurinos en la sociedad española; la adaptación a las exigencias de hoy para los alojamientos de los mayorales y del personal que las ganaderías designan para cuidar a sus reses y llevar directamente la explotación de la restauración porque con la recaudación del precio de las entradas no se cubren los gastos. Hay otra cuestión pendiente, que sería el visto bueno de los ganaderos entre los que hay división de opiniones acerca de si conviene o no la exhibición.
La situación que se viene dando desde hace ya unos cuantos años perjudica al aficionado y a la Fiesta; hay rumores que apuntan a remodelaciones inmobiliarias de la Casa de Campo, que afectarían no sólo a la Venta del Batán, sino también al Parque de Atracciones y al Zoológico, como el verdadero motivo para que los toros bravos no vuelvan al Batán.