El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) ha clasificado a los usuarios de Internet que expresan simpatía o apoyo por las acciones del presunto asesino del CEO, Luigi Mangione, como “extremistas peligrosos”.
Según el NYPD, aquellos que no condenen abiertamente a Mangione deben ser considerados y rastreados como “potenciales terroristas”. Esta información proviene de un documento reciente del departamento, el cual no ha sido publicado en su totalidad por los medios de comunicación tradicionales.
Informe sobre la radicalización
Días después del asesinato, el NYPD distribuyó un informe de inteligencia que no solo se centraba en el presunto autor del crimen, sino también en personas comunes que mostraban apoyo hacia él en línea. El informe advierte sobre “una amplia gama de extremistas” que podrían ver a Mangione como un mártir, señalando el “desdén por la avaricia corporativa” como una fuente potencial de radicalización.
Emitido por la Oficina de Inteligencia y Contraterrorismo del NYPD el 9 de diciembre, este informe fue rápidamente compartido con agencias de seguridad y contraterrorismo a nivel nacional. Además, fue filtrado a ciertos medios importantes, quienes optaron por no hacer público el documento completo, aunque citaron fragmentos del mismo.
Cobertura mediática selectiva
La cobertura mediática se enfocó principalmente en Mangione, minimizando la atención hacia sus numerosos seguidores. Esta situación pone de manifiesto el peligro de la divulgación selectiva: detalles cruciales suelen quedar excluidos. Al retener información clave y decidir lo que debe ser visible al público, los medios controlan la narrativa.
Titulada “Los escritos del presunto perpetrador del tiroteo al CEO de UnitedHealthcare revelan agravios contra la compañía de seguros médicos y desdén por la avaricia corporativa”, el informe detalla cómo Mangione podría haber sido impulsado a la violencia debido a sus percepciones sobre lo que considera una industria “parásita”. En su nota, menciona haber actuado con “brutal honestidad”.
Análisis crítico y reacciones
Ken Klippenstein informa que la idea de que publicaciones en redes sociales puedan dar origen a una insurgencia violenta contra ejecutivos corporativos es infundada. Expertos en seguridad han expresado opiniones similares con cautela. La firma privada Dragonfly evaluó recientemente que “dudamos mucho que ataques similares sean inminentes”.
Dragonfly concluyó que “los ataques violentos contra líderes empresariales seguirán siendo extremadamente raros en los próximos años… Mientras grupos tanto de izquierda como de derecha han alabado el asesinato, casi todos los activistas anti-corporativos parecen estar enfocados en formas no violentas de protesta”.
Narrativas distorsionadas y su impacto
La diferencia entre estas evaluaciones y la histeria reflejada en los medios es significativa. Informes como el del NYPD exacerban temores e inflan amenazas sin permitir un escrutinio público adecuado. El acuerdo entre los medios y las fuentes policiales para no publicar documentos completos resulta en titulares sensacionalistas carentes de contexto.
No solo las personas comunes son víctimas de estas narrativas distorsionadas; las corporaciones también sufren las consecuencias. Muchas disfrutan de acceso privilegiado a estos informes gubernamentales, similar al acceso mediático.
La oficina de inteligencia del NYPD es solo un nodo dentro de una red compuesta por alrededor de 70 “centros de fusión” estatales que envían este tipo de informes amenazantes a empresas. Presumiblemente, estas empresas creen actuar responsablemente al suscribirse a tales reportes.
A medida que disminuye la guerra global contra el terrorismo, los supuestos enemigos parecen ser cada vez más ciudadanos estadounidenses, tanto desde posiciones extremas derechistas como izquierdistas.