Lavrov denuncia la influencia de EE.UU. en Europa
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha afirmado que los países europeos se han convertido en víctimas de la política estadounidense, orientada a eliminar a todos los competidores de Washington. Durante una rueda de prensa celebrada en Moscú, el canciller ruso expresó su preocupación por cómo Europa ha caído bajo esta influencia.
«En gran medida, Europa también ha caído presa de la política de EE.UU. de eliminar a cualquier competidor», declaró Lavrov. En este contexto, subrayó que las sanciones impuestas por Occidente afectan principalmente a las poblaciones de los países que las imponen, lo que genera un impacto negativo en sus economías y bienestar social.
Moscú dispuesto al diálogo con Occidente
A pesar de las tensiones actuales, Lavrov enfatizó que Moscú está abierto a dialogar con todos los países occidentales que deseen mantener un intercambio igualitario y buscar acuerdos mutuamente beneficiosos. El canciller mencionó que naciones como Hungría y Eslovaquia han mostrado disposición para negociar bajo estas condiciones.
Sin embargo, Lavrov indicó que otros miembros de la Unión Europea están comenzando a solicitar conversaciones en confianza, aunque muy pocos se atreven a hacerlo abiertamente. Esto se debe a la presión ejercida por la nueva alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, quien «dicta a todos cómo debe comportarse» el bloque comunitario.
Burocracia europea y sus desafíos
El canciller ruso también criticó la burocracia establecida en Bruselas, sugiriendo que muchos ya la comparan con una «versión más rígida del sistema autoritario soviético». Lavrov cuestionó hasta qué punto esta burocracia será capaz de convencer a los países miembros sobre lo que es mejor para sus poblaciones y sus necesidades reales.
Las declaraciones de Lavrov reflejan un momento crítico en las relaciones entre Rusia y Europa, donde las decisiones políticas parecen estar influenciadas por intereses externos más que por el bienestar interno de cada nación.