Tensiones entre Venezuela y Argentina tras la detención de un gendarme
La reciente detención en Venezuela del gendarme argentino Nahuel Gallo ha provocado un intercambio de acusaciones entre los gobiernos de Argentina y Venezuela. El presidente argentino, Javier Milei, no dudó en criticar a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, a quien calificó de «dictador criminal». Milei describió el incidente como un «secuestro ilegal» y exigió la «liberación inmediata» del gendarme.
El mandatario argentino hizo un llamado a utilizar «todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo». Esta situación se produce en un contexto de relaciones tensas entre ambos países, que se rompieron en julio pasado después de que Caracas decidiera retirar su personal diplomático de Buenos Aires, tras el rechazo argentino a los resultados electorales que dieron la victoria a Maduro.
Reacciones desde el gobierno venezolano
A pesar de que Nicolás Maduro no ha respondido directamente a las acusaciones de Milei, el canciller venezolano, Yván Gil, emitió un mensaje en su cuenta de Telegram. En este mensaje, criticó duramente al gobierno argentino, tildándolo de «desquiciados» y afirmando que habían sido sorprendidos tratando de introducir elementos violentos en Venezuela.
Gil añadió que las autoridades argentinas habían cometido un grave error y dejado pruebas físicas que los comprometen en lo que él describe como un plan terrorista. La tensión entre ambas naciones se intensifica con cada declaración pública.
Detalles sobre la detención del gendarme
La captura del cabo primero Nahuel Gallo fue confirmada por Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela. Cabello insinuó que Gallo tenía una «misión» en el país sudamericano. «¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea?», cuestionó Cabello durante una rueda de prensa.
El ministro descalificó la versión presentada por Gallo, quien argumentó que viajaba desde Colombia para visitar a su pareja. Según Cabello, esta explicación es solo una fachada y advirtió que quienes vienen a conspirar deben asumir sus responsabilidades. A pesar de la ruptura diplomática entre ambos países, el ministro aseguró que se garantizan los derechos fundamentales de todos los detenidos en Venezuela.
La postura argentina ante la crisis
Patricia Bullrich, ministra argentina de Seguridad, también expresó su indignación respecto a la detención del gendarme. Calificó el hecho como un acto casi belicoso y consideró que Gallo es un «rehén» utilizado para negociar algún tipo de salvoconducto. En sus declaraciones, Bullrich no escatimó en adjetivos negativos hacia Cabello, llamándolo «dictador sanguinario».
La respuesta del canciller venezolano no se hizo esperar; Gil tildó a Bullrich de «fascista» y cuestionó por qué el reclamo territorial sobre las Islas Malvinas no es considerado como un acto de guerra.